La finalización de las vacaciones y el retorno a la rutina laboral provoca en un 50% de la población mundial el conocido síndrome post vacacional.
Así lo explican psicólogos de la Organización Mundial de la Salud -OMS-. ¿Lo está sufriendo usted? Descubra cómo combatirlo.
Cada vez se hace más frecuente leer y escuchar sobre este mal que afecta a un importante número de personas, pero es muy posible que no entendamos con claridad de qué se trata.
El síndrome postvacacional consiste en la incapacidad de adaptación tras la terminación del período vacacional y el regreso a la rutina diaria, pero es importante saber que no es una depresión, explica en un artículo publicado en la revista Prevenir la doctora Emma Ribas, responsable del área de Psicología de Antiaging Group Barcelona en la Clínica Tres Torres.
En el mismo documento destaca que hay que tener en cuenta que si los síntomas persisten después de dos semanas un especialista tendría que diagnosticar si hay una depresión real, independiente del síndrome post vacacional.
¿Cuáles son los mecanismos de producción de este síndrome? ¿Por qué ocurre? Aquí tenemos que decir que el desajuste horario es la principal causa, seguida del cambio en el ritmo diario y en los ciclos, cambio en las comidas y sobre todo, en nuestra actividad social relacional.
Si a esto le añadimos el regreso a un entorno de demandas y exigencias y a un ritmo que nos hace cambiar bruscamente nuestros hábitos de las últimas semanas, tenemos muchas posibilidades de ser víctimas del síndrome postvacacional. No afecta de igual manera a todas las personas, porque debemos tener en cuenta que además de la variable de entorno, existe otra más importante aún: la percepción subjetiva, la vivencia de nuestra vuelta al trabajo, que puede ser positiva o negativa.
Nosotros somos quienes debemos hacerla positiva. Eso sería como decir que escogemos ver el vaso medio lleno y no medio vacío.
Un estudio realizado en España reveló que, a mayor nivel educativo, más dificultad en superar el síndrome postvacacional.
Las claves
1. Afróntelo
Los días previos a la finalización del periodo vacacional hay que afrontar que debe volver a la rutina diaria con una actitud positiva. Ayudarse a tener una visión positiva del regreso buscando gratificaciones.
2. Planifique
Si es propenso a sufrir los síntomas de este síndrome, es recomendable planificar unas vacaciones repartidas en el tiempo.
3. Poco a poco
Es aconsejable incorporarse en la rutina de forma gradual, en la medida que sea posible.
4. Sin presión
No ponerse presión desde el inicio; ser conscientes de que el rendimiento irá aumentando gradualmente.
5. Comunicación
También es importante favorecer una buena comunicación.