Cuando el sentido de la vida y la historia se pierde

Cuando el sentido de la vida y la historia se pierde

Obnubilados, deslumbrados ante sus grandes fortunas, algunos hombres llegan al extremo de perder el sentido de la vida y la historia, y solo creen en el poder del dinero, olvidando que la existencia humana es más que eso.

Obstinados llegan hasta la locura sin darse cuenta, al considerarse dueños y señores de todo cuando le rodea, y especulamos nosotros, se imaginan iguales a los grandes faraones y emperadores históricos, negando la evolución del mundo globalizado de hoy.

Empresarios, comerciantes, dirigentes políticos, clubísticos, cooperativos, eclesiásticos; los hay en todos los niveles del quehacer nacional, que transitan por esos senderos y sobre la marcha caen en el ridículo y la brújula del sentido se pierde.

Esa obstinación, o algunos compromisos malhechos y mal pensados, hacen que ciertos personajes ya no puedan dar marcha atrás en sus propósitos, pero quedan muy mal parados ante un conglomerado nacional e internacional que observa las actuaciones de esos actores en su accionar público, y por qué no, en el quehacer privado también.

Estos personajes se hacen rodear de turiferarios y corifeos que se convierten en sus voceros, y por intereses meramente personales, tocan la misma música del jefe de la banda, a sabiendas que no andan por el camino correcto.

En el ámbito político nacional, en estos momentos se tejen madejas algo tortuosas para la salud institucional del país.

Algunos sectores juegan al desbarajuste de las entidades democráticas en la República Dominicana, incluso, con las complicidades ajenas a grupos que deberían ser coincidentes.

El país observa las actuaciones, y en su momento, esas personas chocarán de frente con la verdad, y ya no tendrán tiempo para volver al redor, porque vendrá la necesidad histórica de recomponer las cosas. Cualquier parecido con la actuación de un dirigente político del momento, es pura coincidencia.

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