Cuando el tragar es un problema

Cuando el tragar es un problema

Para la mayoría de las personas, el acto de tragar es comparable al de respirar. Lo hacemos de forma natural, incluso inconsciente. Pero para las personas con ciertas enfermedades o lesiones, incluyendo derrames, esclerosis múltiple, Mal de Parkinson, reflujo y demencia, el simple acto de tragar puede convertirse en algo difícil y peligroso.

Para evaluar  los problemas al tragar y mejorar la capacidad del paciente de comer y beber sin peligros, hoy día, se emplea un proceso llamado evaluación endoscópica con fibra óptica del acto de tragar (FEES por sus siglas en inglés).   South Miami Hospital es uno de solo dos centros en Miami  donde se lleva a cabo este procedimiento.

Nuevo tratamiento para problemas del tragar

Para la mayoría de las personas, el acto de tragar es comparable al de respirar. Lo hacemos de forma natural, incluso inconsciente.

Pero para las personas con ciertas enfermedades o lesiones, incluyendo derrames, esclerosis múltiple, Mal de Parkinson, reflujo y demencia, el simple acto de tragar puede convertirse en algo difícil y peligroso. Incluso el proceso normal del envejecimiento puede entorpecer la acción de tragar.

Un bocado mal tragado puede terminar en la aspiración de comida o bebida, cuando la saliva, los alimentos o las bebidas se van a la tráquea, en lugar del esófago. La aspiración puede causar tos, ahogo o neumonía, si la comida o el líquido pasa a los pulmones. 

“En el acto de tragar están involucrados 36 músculos y nueve nervios craneanos. Es una de las actividades más complejas que hacemos casi sin pensarlo”,  dijo Rachel Evans, patóloga del lenguaje en South Miami Hospital.  Para evaluar mejor los problemas al tragar y mejorar la capacidad del paciente de comer y beber sin peligros, en ese establecimiento se emplea un proceso llamado evaluación endoscópica con fibra óptica del acto de tragar (FEES por sus siglas en inglés).   South Miami Hospital es uno de solo dos centros en Miami  donde se lleva a cabo este procedimiento. La evaluación FEES revela una perspectiva diferente y complementa el estudio tradicional de la acción de tragar, que se conoce como “tragar la galleta”.  Este estudio tradicional es  apodado así porque los pacientes por lo general comen una galleta recubierta de bario radioactivo, mientras se les toma un vídeo de rayos X. El examen FEES, que muestra los tejidos blandos y sus secreciones, puede poner a prueba la capacidad de tragar del paciente con una serie de alimentos y no requiere radiación. 

VENTAJAS

“Tragar la galleta es un examen excelente, pero no tiene todas las ventajas del FEES, que sí nos puede dar una medida más objetiva para establecer un tratamiento y seguir el progreso del paciente”, dijo el doctor  Rolando Molina, otorrinolaringólogo de South Miami Hospital que ve a muchos pacientes con problemas para tragar, muchos de ellos provenientes de Latinoamérica.

 “La prueba FEES nos da información adicional. Podemos observar el movimiento y las estructuras críticas de la boca y la garganta que intervienen en el acto de tragar”, dijo Stacie Rubin-Smith, directora de rehabilitación de la patología del lenguaje en South Miami Hospital, que pertenece a la corporación Baptist Health South Florida.

Durante un reciente procedimiento de ese tipo,   Molina sólo necesitó unos segundos para insertar un tubo flexible con una cámara diminuta en la fosa nasal y la garganta de un paciente proveniente de República Dominicana que tuvo un derrame que dejó su lado izquierdo débil y parcialmente paralizado, incluyendo la lengua, las cuerdas vocales y otros músculos involucrados en los actos de tragar y hablar.  La debilidad hizo que aspirara su alimento, por lo que se le colocó en una dieta blanda. 

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