Cuando en Beler se quemó la pólvora

Cuando en Beler se quemó la pólvora

El presidente de Haití Juan Luis Pierrot le ordenó al general Seraphín cruzar el río Masacre y ocupar la sabana de Beler. Al invasor hizo frente el batal1ón de Dajabón y en los lugares de Las Pocilgas y Escalante en duras peleas se cubrió de gloria el coronel Marcelo Carrasco. Pero los invasores lograron levantar un baluarte el que dieron por nombre “El Invencible”. La alarma cundió en Santiago y en el Cibao entero.

Se formaron a la carrera pelotones, compañías y batallones y el jefe supremo lo fue el general Francisco Antonio Salcedo. Por los caminos de Guayubín, Escalante y Macabón, tres columnas marcharon en rígida y marcial formación.

La columna de la derecha comandada iba por Pedro Eugenio Pelletier. La columna de la izquierda obedecía a los coroneles José Silva y Andrés Tolentino.

Y en el centro iban los valientes que tenían por jefes a José Nicolás Gómez y Marcelo Carrasco. Para dar protección a las alas derecha e izquierda, la caballería seccionada en dos, tenía por jefes a José Gómez Mayol y a Juan Luis Ricardo. Y para dirigir las operaciones en el centro marchaban José María Imbert y Francisco Antonio Salcedo.

En Beler desembocaron los  densores de nuestra independencia, pero los invasores estaban a la expectativa, porque el alerta se lo habían dado unas avanzadillas que en Guajaba tenían apostadas.   El saludo del Fuerte El Invencible fue un nutrido y cerrado fuego de artillería que casi diezmaba nuestros batallones, pero con todo y eso, de frente marchaban nuestros bravos, que eran hombres que no temían a la muerte.

De frente siempre estaban nuestros batallones, unas veces a pie firme y otras veces ganando terreno por los flancos. Nada detenía a estos hombres, ni lo resbaladizo del terreno, por las muchas lluvias caídas la víspera de ese 27 de octubre de 1845, ni tampoco por las muchas bajas que se producían en sus filas.

Iban ya largas horas de combate y se decidieron los nuestros a toda costa tomar “El Fuerte” y para arremeter contra “El Invencible” el grito de nuestros valientes antepasados fue: “VIVA LA REPÚBLICA DOMINICANA”. Los primeros en escalar los muros de “E1 Fuerte” fueron dos soldados cuyos nombres recogió la historia. Fueron ellos Manuel de Jesús Caravana y Juan Nepomuceno Abreu. Caravana y Abreu en las humeantes almenas clavaron el asta de nuestra tricolor y cruzada bandera. Comenzó para el impenitente invasor la desbandada y los nuestros se apoderarom de cañones y fusiles, de estandartes y banderas. Muchos hombres perdió el ejército invasor; pero los defensores de la patria también.

Mientras ocurría el desmantelamiento de “El Invencible”, nuestra caballería presurosa  partió hacia Dajabón a desalojar a los enemigos mandados por Denise, Hilaire y Mitil.

Hay que señalar que como colofón de la brava lucha, ocurrieron los encuentros de Escalante y La Mata de los Siete Negros.

Laureles alcanzó Quisqueya en Beler. Y en Beler perdió Quisqueya a estos denodados coroneles: José Díaz, José Peña, Casimiro Díaz y al legendario dajabonero Marcelo Carrasco, coronel de coroneles.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas