La sociedad actual se desarrolla continuamente bajo la presión de  un sinnúmero de factores que transforman el diario vivir en una olla de presión, como una medida de defensa ante el estrés que el ser humano es sometido a diario, el organismo emite signos y síntomas que indican que  algo anda mal y debe realizarse para tomar el control de la situación, evitando graves complicaciones.

La cavidad oral no es la excepción,  el paciente expresa la sensación de cansancio en el área de la mandíbula, dolor en los músculos faciales, molestias al abrir y cerrar la boca, sensibilidad al cambio brusco de temperatura y sonidos en la articulación temporomandibular ( ATM).

En muchos pacientes pueden escucharse ruidos mientras duermen, producidos por el rechinamiento dentario.

Entre los signos más importantes que se debe destacar:

*Desgaste de la superficie dentaria.

*Lineas de agrietamiento en las piezas dentarias.

*Retracción gingival.

*Exposición del tejido radicular.

*Reducción del esmalte a nivel del cuello del diente.

*Disminución del tamaño del diente, en casos extremos puede llegar a la   exposición de la pulpa.

*Fracturas dentarias longitudinales.

Este conjunto de signos y síntomas generalmente son características del bruxismo; afección que debe ser tratada en la mayor brevedad posible por profesional de la salud oral.

El tratamiento  varía de un paciente a otro,  dependiendo, entre otras cosas, de la severidad del caso.

Los especialistas recomiendan  el uso de:

*Relajantes musculares

*Sedantes

*Analgésicos

*Antiinflamatorios

*Aparatología bucal (placas de relajación muscular), entre otros.

Citas de control

Es importante que el paciente siga las indicaciones de su odontólogo, y que asista a las citas de control para asegurar el éxito del tratamiento.

No se debe olvidar que el odontólogo es su aliado y la persona indicada para trazar las pautas a seguir.  Por eso, ante cualquier molestia,  consúltelo.