Cuando la mujer se  pregunta: y a mí, ¿quién me quiere?

Cuando la mujer se  pregunta: y a mí, ¿quién me quiere?

Un cuadro común en la familia donde la mujer es el motor y cabeza de la casa, es que al final del día o en algún momento de su vida se sienta desamparada y sin nadie que vele por ella.

 “Mami, quiero comida”, “amor, no tengo camisas limpias”, “señora, se fue el gas”, son frases punteras que le pueden hacer  pensar: Y a mí, ¿quién me quiere?

Es oportuno destacar que en estos tiempos,  las mujeres de hoy día se comportan como  heroínas, siendo las que resuelven todos los problemas que se presenten en el seno familiar. Este es el tipo de mujer llamada “moderna”.

Según explica el psicólogo Mario Minaya, el concepto de  mujer moderna, muchas veces es una excusa para justificar pretensiones y deseos egoístas.

“El hombre acude al argumento cuando desea que ella haga cosas ‘modernas’: aceptación de costumbres de otras culturas, ser ‘open mind’,  proveedora y proactiva a su conveniencia”, asegura el experto en conducta humana.

Minaya ofrece aquí  algunas  recomendaciones para ser madre y esposa y “no morir en el intento”.

Dejarse amar.  Volver al origen de la maternidad, que es hacer el amor y exigir su derecho al placer, a la ternura, al romanticismo…

Hacer solo lo posible.  No convertirse en madre “pulpo”, mujer equipo, mujer maravilla: involucrar, delegar, compartir, dejar crecer…

Saber realizar su papel, su rol.   Serenarse y posicionarse en su rol de esposa amante de su marido manteniendo el lugar que le corresponde ante la suegra, los hijos, amigos, jefes, subalternos, y ex de su compañero.

Dejarse ayudar.  Aceptar su miedo, su inseguridad y su exceso de prudencia con optimismo y compasión, trabajando con ayuda para superarlos.

Divertirse más.  Tener una hora fija a la semana con su compañero para estar a solas, una salida mensual en agenda y obligatorio.

Evitar las dependencias.   No refugiarse en bebidas alcohólicas, iglesias, grupos de crecimiento,  hijos, amigas, trabajo, labor social, juegos de azar, aventuras e infidelidades.

Ser amiga.  Apoyar y crear complicidad con su marido ante suegros, hijos, amigos.

Medir su comportamiento.   Descubrir y expresar con claridad lo que desea de cada situación, reafirmar lo que quiere que ocurra con su comportamiento.

Distráigase.   Aprender y disfrutar mecánica, béisbol, dominó, construcción, música, estadísticas, situación política, manejo de dinero, negociaciones…

Planificar actividades familiares. Reunir a su familia, establecer alianzas estratégicas con competidores tradicionales: suegras, hijos, amigos de tragos, maestros de sus hijos.

Si las responsabilidades no quieren alejarse de usted, aléjese usted de ellas  Dedicarse tiempo para sí misma a solas para recargar las pilas: retiros, resort, cursos, terapia, amigas del colegio, spa, masajes, cirugías, asesoría de imagen.

Está comprobado que cuando las personas empiezan a quererse, dedicándole tiempo a lo que le más le gusta, sin dejar de de lado sus obligaciones, vive una vida más saludable.

El especialista

Mario minaya

Psicólogo

La mujer moderna

Según señaló el especialista, cuando la mujer acuña este término es, en muchas ocasiones, para entrar en competencia con el sexo opuesto. Lo hace para

“competir con el hombre en vagabundería, libertad excesiva, despreocupación, defensa de derechos, modas, diversiones”.

En ese sentido, manifestó que la mujer de siempre es la mujer digna, gozosa de su ser mujer, enfocada, con proyecto, responsabilidades, sueños, prudencia, sabiduría.

“Es la misma mujer que se deja cuidar aún sin necesitarlo, sabe proteger su hombre cuando es necesario, equilibra sus roles de mujer, madre, esposa, hija, hermana, colega, creyente, ciudadana, etcétera”.

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