Cuando la música choca contra el muro del autoritarismo panfletario, voraz

Cuando la música choca contra  el muro del autoritarismo  panfletario, voraz

1 / CULTURA, AUTORITARISMO Y DESHUMANIZACIÓN.
Concebido el modelo para la acción, el autoritarismo para ser aplicado a la cultura necesita conceptualización a seguidas de un patrón de deformación vertical que el sector cultural deberá seguir al pie de la letra, para congraciarse con un estado de cosas que el brazo político desea a toda costa: que intelectuales, artistas, pensadores, filósofos y todo lo que tenga que ver con el pensamiento creador tenga la sordina de una sola voz, un solo hacer. Quiere un marco de identidad que haga nacer en el régimen alborozo, complicidad y seguridad de esa impronta unipersonal, única, tallada para concebir un perfil que el régimen de turno pueda exhibir como parte de su cuerpo de «legitimidad».
Nada será posible sin la oferta maldita de una disciplina modélica, en la que una cultura política nacida de lo ilegítimo, debe buscar el escudo sutil de las ideas, el arte y el pensamiento para auto-justificarse en los errores cometidos de modo público, en medio de situaciones que a su vez, van generando una dimensión de cultura violenta, donde los aparatos de represión del Estado, con su fuerza y toma de espacios públicos, con sus fusiles y agresiones, marcan gestualidad y excesos compulsivos, que retratan la naturaleza inquisitiva de un modelo autoritario que buscará su correlato en la propia cultura.
La obediencia debida debe tener un sustento, una argumentación que haga posible la justificación de normas alucinantes que hagan creer que hundiendo la República, se salva la República, latinismos aparte.
No es posible nada de lo explicado sin una masificación a cambio de credo material, sin un mesianismo (de corte bípedo y en los hombros) falso que trata de suplantar otro mesianismo, ido por fuerza de tragedia corporal.
Para Clifford Geertz, en su famoso libro Interpretación de las culturas -New York Harper Book, 1973″, la cultura no es una fuerza a la que se le puedan atribuir los eventos sociales «, sin embargo, la misma entendida como una herramienta del pensamiento y la libertad para una democracia, por génesis de su existencia en pluralidad, conoce bien los peores síntomas del autoritarismo cuando asoma, porque deshumaniza la cultura en su raíz y propósito.
2/EL CASO DE GUSTAVO DUDAMEL: PRESIDENCIA DE VENEZUELA PROHIBE GIRA MUSICAL DE ORQUESTA JUVENIL A LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA.
Hace meses que Gustavo Dudamel, excelente director sinfónico de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil de Venezuela, viene haciendo declaraciones conciliatorias sobre la paz en Venezuela, declaraciones que más de una vez han sido contestadas por el presidente Nicolás Maduro, directamente o por algunos de sus ayudantes.
El tenor de dichas declaraciones subió de tono justo cuando en medio de las protestas callejeras apareció el violinista de la orquesta juvenil Wuilly Arteaga, a quien le fue destruido su violín, en primera instancia y luego fue golpeado y detenido con tal saña, que aún tiene los labios con hinchazón… Este hecho hizo que Dudamel volviera a dar declaraciones que creaban incomodidad al régimen.
El pasado 21 de agosto en la mañana, la Presidencia de Venezuela canceló su gira por cuatro ciudades de los Estados Unidos de América.
Dudamel exclamó por su cuenta de Twitter: “Me rompe el corazón la cancelación de la gira por cuatro ciudades estadounidenses de la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela. Seguiremos tocando y luchando por una Venezuela y un mundo mejor».
El ejercicio es claro, el régimen con su agenda verde olivo impone a un acto cultural que incluso le conviene, la censura de la bota sucia y artera.
Reprime y la miopía es tal que pierde, en su deplorable situación internacional, un puente legítimo de cultura. Hélas.
¿Quién es Gustavo Dudamel?…Director titular de la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar. Es un joven violinista venezolano, de apenas 36 años con un talento musical hoy mundialmente reconocido. Compositor, director de orquesta que tiene entre sus logros haber dirigido varias orquestas sinfónicas europeas con éxitos resonantes. A los 23 años logra un contrato con la firma alemana Deutsche Grammophon, en su género una de las mejores del mundo, con ella graba la 5&6 sinfonía de Beethoven. Dirige además la Orquesta Sinfónica de la radio de Sttugart, Alemania y la Orquesta de Göteborg, Suecia.
El maestro venezolano José Antonio Abreu, su guía espiritual y fundador de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Venezuela Simon Bolívar le abre caminos con sus orientaciones junto a nada más y nada menos que Claudio Abbado, Simon Rattle y Daniel Barenboïm.

En otras palabras, en muy poco tiempo por esfuerzo propio y talento, se ha convertido, siempre con la humildad le que caracteriza, en una figura de la música sinfónica mundial.

3 / LA CITA FALLIDA DE LA DIPLOMACIA CULTURAL Y LA MIOPIA AUTORITARIA…

He aquí otro nuevo ejemplo de que el fanatismo, el panfleto y la falta de miras, convierte las miradas y los impulsos autoritarios en citas fallidas, para la diplomacia cultural. Esos conciertos de Gustavo Dudamel, en las actuales circunstancias políticas de Venezuela y los Estados Unidos, ruido de sables e intervenciones, hubieran servido quizás de puente para otra diplomacia, o acercamiento entre los dos países, a pesar de la plena conciencia existente de la situación de facto que reina en Venezuela a partir de sus últimos acontecimientos electorales.

Mirar la historia de los autoritarismos culturales, a partir del caso Dudamel, nos podría remontar a dos figuras clave de la época soviética: S. M Eisenstein y Dimitry Shostacovich, dos portentos extraordinarios, el primero en el cine mudo soviético y el segundo brillante compositor. Los dos tuvieron que hacer valer frente a las instancias autoritarias su inteligencia y su capacidad de resistencia, ante la ceguera del autoritarismo cultural que pretendía quitar valor a sus obras. Ellos en el siglo XX, Dudamel en pleno siglo XXI.

Gustavo Dudamel es uno de los mejores embajadores del hermano pueblo venezolano, sus composiciones pletóricas de los aires de aquel país han recorrido el mundo, dibujando la raíz y el ser venezolano.
La historia también demuestra que los grandes talentos, por encima de sus sutilezas, no siempre pueden convivir con la deshumanización que significa la idea autoritaria de la cultura mediocre y sin respeto por el espíritu libre, de los hombres de ideas y pensamientos… (CFE)..

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