Cuando la política divide la familia

<STRONG>Cuando la política divide la familia</STRONG>

En el país la política está en todas partes en el deporte, en la salud, en la escena artística y hasta en el seno familiar. En muchos hogares hay casos de hermanos y hasta esposos con opiniones divididas en cuanto a la preferencia electoral, algo que se considera normal. Sin embargo, cuando los familiares de altos dirigentes de los grandes partidos externan su apoyo al candidato contrario este hecho llama la atención.

Este fin de semana, más de uno se quedó sorprendido al ver que en Santiago, los hermanos de José Tomas Pérez, miembros del comité político del Partido de la Liberación Dominicana, daban su apoyo a Hipólito Mejía, candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Se trató de Nerys Pérez de Taveras, Juan Manuel Taveras Taveras, Rosa Pérez de Nuñez, Luis Nuñez Pardo, Juan Manuel Pérez Vásquez, Ingrid Silberberg de Pérez, Juan E. Pérez Vásquez, entre otros.

Pero este no es el único caso. En La Vega, los hermanos paternos de Miguel Vargas Maldonado, Janet y el empresario Tony Rivera, ambos dirigentes del PRSC, también brindaron su apoyo a Mejía.

En el seno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) está el caso de algunos de los hijos del extinto líder perredeísta, José Francisco Peña Gómez, quienes son miembros activos del partido oficialista. 

Ellos son José Francisco Peña Guaba, presidente del Bloque Institucional Social Democráta  BIS y ex director de la Lotería Nacional Dominicana; Ángela Peña, Marla Rosa Peña Tatis, Lourdes Peña Guaba, así como su sobrino Juan Francisco Peña (John Berry).

Una práctica histórica.  En el 2008, cuando el presidente del PLD y el PRD, Leonel Fernández y Vargas Maldonado, respectivamente, se diputaban por la presidencia de la República, sucedió que durante un acto de cierre de campaña, Letty Rivera, hermanastra del segundo, se juramentó con el primero, alegando que nadie podría dirigir mejor el país que el partido morado.

Todos estos casos dejan evidenciado como hasta en las mejores familias, el transfuguismo está presente.

Para algunos, es una simple estrategia y no tiene mucha importancia, pero cuando se tratan casos como estos en familias de mucha trascendencia en la vida política, deja mucho que pensar.

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