RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
Los estrategas electorales del perredé desde el 16 de agosto del 2004 se trazaron la meta de boicotear el proceso de recuperación, y en esa línea durante tres años pronosticaron cataclismos económicos y cuando cayeron en cuenta que la estabilidad era inconmovible, así como la confianza de los agentes económicos, dirigieron sus esfuerzos a explotar otros temas y a tratar de socavar la imagen del Presidente, sin embargo todas han fracasado, mientras la candidatura del perredé no arrancó y comienza a declinar.
En el laborantismo conspirador contra la estabilidad vaticinaron un dólar al 100×1 en diciembre del 2004; luego que el gobierno no lograría arribar a un acuerdo con el FMI, sin embargo en febrero del 2005 fue aprobada la Carta de Intención y el resto ha sido un exitoso programa con ocho revisiones aprobadas gracias al cumplimiento por parte de las autoridades de todas las metas. Luego que sería imposible renegociar la deuda externa y como todos esos vaticinios se estrellaron con la realidad, entonces concentraron sus esfuerzos en anunciar un «octubre negro», una especie de cataclismo económico a finales del 2005 por el vencimiento de varios miles de millones en certificados del BC. Por supuesto, los agentes económicos desoyeron a los estrategas y renovaron los instrumentos a menores tasas de interés, períodos más largos y sin redención anticipada. En estos tres años los asesores se «poncharon» en varias ocasiones con sus incumplidos vaticinios.
Fracasados los intentos de erosionar la estabilidad y la confianza, comenzaron a propalar la teoría de la pérdida de empleos en las zonas francas (300 mil cuando en realidad el neto no excedió los 50 mil puestos) por efecto de la supuesta sobre valoración artificial del peso frente al dólar, especie que nadie se tragó porque los mismos empresarios conocían desde el año 1995 cuál sería la suerte de los textiles con el final del acuerdo multi fibras. El tema se les agotó con una serie de medidas que el gobierno ha tomado a favor de las ZF, una de las cuales garantiza el mantenimiento de los puestos de trabajo gracias a un aporte presupuestario de las autoridades a las empresas.
El último de los pronósticos, bien reciente, consistió en atribuir a la crisis financiera de los EU un impacto inmediato en la economía del país por la vía del vencimiento de treinta y tantos miles de millones en certificados del Banco Central entre septiembre y febrero del año próximo, pero nueva vez, al igual que en el «octubre negro», cada semana las subastas y las ventas por ventanilla permiten renovar en un 100% los instrumentos vencidos.
Como advirtieron que esos vientos eran incapaces de derribar la estabilidad y la confianza de los agentes económicos, escogieron el aumento de la criminalidad, pero de nuevo la acción eficaz de las autoridades, el «Programa de Seguridad Democrática», la reducción de la criminalidad y el retorno de las expectativas de seguridad en las calles los obligó abandonar un tema cuyas raíces de crecimiento es necesario buscar en la crisis económica pasada con su secuela de desempleo y en el relajamiento en la lucha contra el narcotráfico.
Con una estabilidad macro-económica inconmovible, disminución de la criminalidad y mejoras ostensibles en las áreas de salud y educación, los estrategas dedicaron sus esfuerzos a escoger supuestos expedientes de corrupción con la intención de dañar la imagen de honestidad de un Presidente y candidato que las encuestas sitúan en un primer lugar, muy lejano de sus contendores, en materia de percepción positiva de los votantes y así exprimieron el tema de la Sun Land hasta que la rueda de prensa del Presidente ante un grupo de directores de medios desactivó el tema, y aunque han tratado de revivirlo lo cierto es que la nota de prensa de la misión del FMI, elogiando el crecimiento con baja inflación, y relegando el tema a la declaración de recibo de abundante documentación, sencillamente les desinfló el globo de una supuesta ruptura u amonestación a las autoridades por parte del organismo multilateral.
En la tragedia provocada por las lluvias de la tormenta tropical Noel los asesores creyeron contar con el tema que les diera ganancia de causa ante el fracaso de los anteriores, pero bien temprano la opinión pública se encargó de rechazar la utilización politiquera de la tragedia y los días subsiguientes con un Presidente multiplicándose en todos los frentes, ofreciendo una imagen renovada de eficiencia gerencial y dirigiendo el proceso de reconstrucción nacional, ha permitido mejorar la percepción y las simpatías y por ello desesperadamente intentan revivir el tema de la Sun Land.
Esas estrategias de campaña, fracasadas de manera consistente, unidas a un candidato que no puede separarse de la pasada administración, responsable de la peor crisis económica y social en décadas, explican las razones por las cuales, corriendo prácticamente solo durante más de año y medio, ha sido incapaz a estas alturas de disputarle el primer lugar al doctor Leonel Fernández e incluso alcanzar la cota de votación que obtuvo su mentor en las presidenciales del 2004.