Hoy 
POR LA DOCTORA IZANET LINARES GONELL
Gracias a los enormes adelantos en materia de salud oral, hoy se considera que la primera visita del bebé al odontopediatra se debe realizar antes del nacimiento, cuando se desarrolla dentro del vientre materno, ya que en su segundo mes de vida intrauterina comienzan a formarse sus dientes.
Una dieta balanceada y el control de la cavidad oral de la madre ayudarán a que todo se desarrolle normalmente. Es por ello que es indispensable que la futura madre no descuide sus controles odontológicos periódicos.
Para mantener la salud dental del bebé, lo más recomendable es que lo lleve a consulta, por primera vez, en cuanto le salga su primer diente, aproximadamente a los seis meses de edad. El odontopediatra querrá hablarle sobre la dieta del bebé, el uso del fluoruro y el cuidado dental en casa, el cual va a ayudar en el desarrollo de dientes saludables, además para mantener los dientes y encías libres de enfermedades.
El odontopediatra es el especialista que se dedica a la salud oral de los niños, desde la infancia hasta la adolescencia y a aquellos con necesidades especiales. Los que son muy pequeñitos, los preadolescentes y los adolescentes, todos ellos necesitan diferentes modos de acercamiento para encarar su comportamiento, su actitud hacia la odontología, supervisar el desarrollo y el crecimiento dental, tratarlos y ayudarlos a evitar problemas dentales en el futuro.
Cabe mencionar que el odontopediatra ha tenido dos años más de instrucción especializada, a diferencia de un dentista de práctica general sin especialidad, adquiriendo un entrenamiento especial para tratar diferentes comportamientos de los niños durante sus visitas, evitando así el crecimiento de adultos temerosos al odontólogo.
En esa primera consulta el odontopediatra examinará al niño, anticipará problemas, revisará con los padres los procedimientos de higiene bucal y cepillado, definirá la dosis de flúor, y ayudará a establecer con los padres una conducta alimentaria apropiada. Discutirá con los padres la conducta respecto a chupetes, succión de dedos y biberones. Los niños pueden tener miedo a la gente extraña y lugares desconocidos, pero el miedo al dentista no es algo natural. Muchas veces lo que hace que el niño tema al dentista son los propios padres que no les explican los suficiente y, por no entender lo que va a suceder, los niños llegan al consultorio con miedo.
El padre no debe preocuparse si el niño o adolescente no coopera en la primera visita, pues el odontopediatra cuenta con métodos especializados para tratarlos.
En nuestro país, la primera visita al odontopediatra ocurre demasiado tarde (luego de los dos años), cuando ya se han iniciado ciertos hábitos y tarde para la iniciación del cepillado, en muchas ocasiones esta primera visita presenta dolor, lo que aumenta el temor en el niño y su rechazo al especialista.
Recomendaciones
Antes de llevar a sus hijos a la primera consulta con el odontopediatra, los padres deben saber:
Elegir un odontólogo-odontopediatra especializado.
Tomar las citas en horas tempranas de la tarde, ya que sus niños estarán mejor cuando están más descansados.
Avisar a los niños que van a visitar al odontopediatra, para que miren sus dientes y boca.
Jugar con el al dentista.
No expresar frente al niño sus propios temores.
No amenazar al niño con ir al odontólogo como forma de castigo.
Ser honesto con su hijo, no le hable mentiras del odontopediatra.
Familiarizar al niño con el consultorio odontológico, llevándolo a consultas de primos y hermanos mayores.
