Cuando los oídos alucinan

Cuando los oídos alucinan

Alucinaciones musicales. Hiperacusia. Sinestesia. Tinnitus. Son los nombres médicos de algunos de los trastornos auditivos que sorprenden debido a sus más extrañas características a quienes oyen hablar de ellos, pero que pueden llegar a deteriorar seriamente la calidad de vida de quienes los oyen en realidad.

Aunque la realidad es un concepto bastante escurridizo para aquellas personas afectadas por estos problemas de la audición, que alteran la percepción del mundo que les rodea y a menudo les impide distinguir lo que sucede dentro y fuera de su cuerpo, confundiendo lo real con lo ilusorio.

Una de estas dolencias para las cuales la medicina todavía no ha encontrado una explicación definitiva pero generalmente asociadas a alteraciones cerebrales o neurológicas, es la hiperacusia, un raro trastorno que hace que los sonidos habituales sean percibidos de forma estrepitosa y con frecuencia dolorosa, tanto que a veces ni los tapones de oídos alivian su sufrimiento.  

La causa que más frecuentemente parece desencadenar la hiperacusia es un sonido estrepitoso, sobre todo repentino, como el de la música o a la voz de un locutor amplificados por unos altavoces potentes, situados muy cerca de los oídos del oyente.

En medio del estruendo

Un suave silbido en los oídos, al abandonar el lugar, puede ser el primer indicio de problemas. A los pocos días esa persona puede encontrar que la conversación que le rodea le resulta insoportablemente ruidosa para su oído izquierdo, lo cual comienza a sucederle pocas semanas después con su oído derecho.  

Este trastorno es tan raro, que sólo unos pocos médicos y especialistas, han oído hablar de él, y muchos profesionales llegan a pensar que su paciente no tiene un problema real, según el doctor Jack Vernon, del Centro de la Investigación de la Audición, de Oregón, en EE.UU.

Los expertos creen que al menos existen dos causas que hacen que la mente perciba los sonidos de forma estruendosa: que los mecanismos del oído interno relacionados con la percepción de los sonidos agudos estén “apagados” de algún modo; o que las ondas acústicas que llegan al oído interno sean amplificadas de alguna forma en algún punto durante su camino hacia el cerebro.

Una investigación efectuada entre 125.000 pacientes por la Asociación Americana de Tinnitus, descubrió sólo 89 casos de hiperacusia. La mayoría de los afectados de hiperacusia sufren además de tinnitus o acufenos: la percepción de sonidos (zumbidos, tañidos, rugidos, silbidos, siseos) en ausencia de estímulos acústicos.

Algunos de los sonidos percibidos pueden ser suaves o fuertes y se puede escuchar como ruidos silbantes, soplos, zumbidos, siseos, rugidos y sonidos pulsátiles. A veces el afectado piensa que está escuchando el escape del aire, agua corriendo, el interior de una concha marina o notas musicales.

Casi todas las personas han experimentado el tinnitus de una forma leve al oír sonidos durante unos minutos, pero el trastorno es constante o recurrente, causa estrés y puede interferir con la capacidad para concentrarse o dormir.

No se sabe con certeza la causa de que una persona “escuche” sonidos sin que haya una fuente sonora externa, pero el tinnitus puede ser un síntoma de diversos desórdenes auditivos, como las infecciones de los oídos, los cuerpos extraños o la cera en el oído y las lesiones por ruidos fuertes.

Sonidos de colores

Asimismo, se calcula que una de cada 2.000 personas, ven colores al escuchar música o mirar números, una condición llamada sinestesia, que consiste en experimentar sensaciones de una modalidad sensorial particular a partir de estímulos de otra modalidad distinta.

Algunos personajes, como los escritores Baudelaire o Nabokov o el músico Rimsky-Korsakok, experimentaban cierta mezcla de sensaciones de sus sentidos. Otro sinestésico famoso, el compositor ruso Scriabin, ideó un órgano que producía múltiples rayos de luz en su sinfonía “Prometeo, el Poema del Fuego”.

Hay casos de personas que ven los sonidos de colores, y a otras ciertas formas les producen olores o sabores particulares. No obstante, los casos más abundantes de sinestesia se producen dentro de una misma modalidad sensorial. Por ejemplo, las letras, los números o las palabras, pueden producir la experiencia subjetiva de colores particulares. 

Científicos estadounidenses de la Universidad de California han investigado por qué a algunas personas se le mezclan los cinco sentidos en determinadas circunstancias. Sus descubrimientos apoyan la idea de que la sinestesia se debe a la activación cruzada de áreas adyacentes del cerebro que procesan diferente información sensorial.Efe-Reportaje

Alucinaciones musicales

Otro extraño trastorno del oído es el de las alucinaciones musicales, cuyos  afectados, muchos de ellos con deficiencias auditivas, tienden a oír canciones que habían escuchado mucho o emocionalmente importantes para ellos. Algunos investigadores sospechan que este fenómeno es el resultado de ciertas alteraciones en las redes cerebrales que normalmente nos permiten percibir la música.

Algunos compositores famosos han sufrido alucinaciones musicales, como Robert Schumann, quien hacia el final de su vida escribía la música que alucinaba.

Investigaciones recientes muestran que en dos tercios de los casos, las alucinaciones musicales son la única alteración mental que experimentan los pacientes, una tercera parte de los cuales son sordos o padecen una deficiencia auditiva. También establecen que este problema es distinto de las desórdenes de los esquizofrénicos, que escuchan voces interiores, ya que los pacientes sólo oyen música.

En algunas personas sordas, los circuitos cerebrales especializados en la música entran en hiperactividad, con lo cual oyen música todo el tiempo, y no sólo los vagos murmullos de una melodía, convirtiéndose en algo tan real como cualquier percepción normal.

Además, los ataques epilépticos, ciertas medicaciones y la enfermedad de Lyme son algunos de los factores desencadenantes de alucinaciones musicales en individuos que no están sordos.

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