¿Acaso recuerdas la celebración de tu primer año de vida?, ¿te acuerdas de cómo mamá y papá te enseñaron a caminar?, ¿sabes de qué color era tu primer cochecito?, ¿cuándo fue la primera vez que te caíste?, ¿cuándo dejaste de usar pañales?
De seguro todas tus respuestas son negativas. Pero, ¿por qué no puedes recordar lo sucesos que acontecieron en tu primera infancia?
Esto es debido a la amnesia infantil, una incapacidad común que tienen los adultos para recordar los primeros años de la infancia, específicamente antes de los 3 o 4 años de edad.
Cabe destacar, que este término no hace referencia a la completa ausencia de recuerdos, sino a la relativa escasez de recuerdos sobre la infancia como momentos, lugares o emociones.
A través de los años son muchas las investigaciones y debates que ha generado entre terapeutas, neurólogos y científicos la amnesia infantil.
¿Por qué sucede? Hace poco un grupo de investigadores del Hospital for Sick Children y de la Universidad de Toronto, llegó a la conclusión que “el motivo de no recordar nada los primeros años de nuestra vida se debe a que en ese periodo nuestro cerebro está ocupado en producir neuronas, que sirven para aumentar la capacidad de aprender y recordar, pero que borra los recuerdos anteriores. Esta formación de neuronas o neurogénesis se desarrolla en el hipocampo, zona del cerebro implicada en el aprendizaje y el recuerdo”.
Mientras que en la Universidad Memorial de Newfounland de Canadá se hizo un estudio con un grupo de niños con edades comprendidas entre los cuatro y los trece años.
Para el mismo se preparó una entrevista en la que se solicitaba a cada menor que describiera los recuerdos que tenía de sus primeros años de vida. Dos años después, fueron cuestionados de nuevo sobre lo mismo. Además, se les hacía apuntar la edad que tenían en cada uno de los recuerdos recogidos.
En la investigación también intervinieron sus padres, quienes confirmaban si los eventos habían ocurrido y los periodos en que habían tenido lugar, con el fin de compararlos con los de sus hijos.
El estudio arrojó: “Aquellos pequeños que tenían entre cuatro y siete años mostraron escasos solapamientos entre sus recuerdos recogidos en la primera entrevista y aquellos que recordaban dos años después, lo que sugería que la memoria infantil era muy frágil y vulnerable para olvidar las cosas”.
¿Cuándo inicia? De acuerdo a un estudio de la Universidad Emory de Atlanta, a los siete años es cuando comienzan a esfumarse los recuerdos de la primera infancia.
Es de este modo como un pequeño de ocho o nueve años recuerda menos que uno de cinco respecto de un suceso que ocurrió cuando tenía tres años.
Para explicar este proceso, el equipo liderado por la psicóloga Patricia Bauer grabó a 83 niños a la edad de tres años, mientras conversaban con sus padres sobre seis hechos que recordaran y que hubieran ocurrido no más de seis meses atrás. Para detectar cuándo olvidaron estos hechos, las investigadoras volvieron a entrevistar a los niños años después.
Resulta que los pequeños que tenían entre cinco y siete años recordaban entre 63% y 72% de los eventos compartidos con sus padres, mientras que los que tenían entre ocho y nueve años sólo recordaban el 35%.

“Fue un hallazgo sorprendente, porque a pesar de que entre los cinco y seis años los niños recordaban un mayor porcentaje de los acontecimientos, sus narraciones de estos eventos fueron menos completas”, comentó la destacada psicóloga de la Universidad Emory.