¿Cuándo nos demenciaremos?

¿Cuándo nos demenciaremos?

La memoria, el aprendizaje, la capacidad de abstracción, el reconocimiento, los cálculos, la ubicación en tiempo y espacio, están entre  las acciones que se conocen como las funciones cognitivas superiores.

Esas actividades de nuestros cerebros, son las que nos permiten ser seres racionales, entes sociales con integración, con participación de las actividades del diario vivir.

La calidad de vida mejorada, los avances en la tecnología médica, han derivado de manera lógica en un aumento en número de la población de más de 65 años.

En razón de que la capital Argentina, Buenos Aires, será la sede esta semana del Congreso del Grupo de Investigación en Demencia de la Federación Mundial de Neurología, de la que somos  miembro, sabemos que algunos de estos conceptos serán revisados en el evento que agrupa los neurocientistas más prominentes de los que estamos interesados en el Alzheimer.

 Son grandes las ansiedades de algunos pacientes “desmoriados”, y de otros que por la información que poseen relacionan los olvidos propios de la edad con la enfermedad de Alzheimer, las demencias vasculares, etc.

Hay una entidad médica a la cual se le ha estado dando importancia en los últimos años. Es el llamado “Paciente en riesgo de Demencia”.

Para los que manejamos las demencias, es de vital importancia que el médico general, a quien acude inicialmente el paciente, entienda que hay una serie de manifestaciones clínicas que son fundamentales para establecer tempranamente las diferencias entre esos “olvidos” frecuentes, propios del paso grácil de los años,  que están separados por estrecha frontera de los inicios del “Deterioro Cognitivo Leve”, concepto nacido en el 1991, hoy está en revisión crítica, y donde los sujetos que la padecen de un 8 a un 15 por ciento derivarán en la enfermedad del Alemán.

En enero de este año, la prestigiosa revista Neurology publica trabajos de Giovanni Carlesimo, de la Universidad de Roma, que describen la gran utilidad de una forma especial de Resonancia Magnética, la llamada Resonancia Magnética con “imágenes con tensor de difusión”,  tecnología moderna que permite estudiar la sustancia blanca del cerebro y la médula espinal, observando la dirección y la velocidad de flujo de las moléculas de agua en las fibras nerviosas, proceso que todavía no disponemos en el país.

Lo conversamos con el Dr. José Miguel Paliza, neuroradiólogo, uno de nuestros especialistas en el ramo de las neuroimágenes con mayor experiencia, compañero de pupitre universitario, como siempre talentoso y atento, nos explicó que el novedoso sistema radiológico lo que hace es valorar las fibras de asociación en el cerebro y que de manera lógica los pacientes con la enfermedad de Alzheimer tendrán mayores alteraciones de esas fibras en áreas de la memoria, lo que permite detectar más temprano los casos y diferenciar más claramente aquellos que son olvidos propios de la edad, frente a los que están iniciando la enfermedad de la remembranza, lo que permitirá  el inicio temprano con una  terapéutica efectiva en estos casos,  el Exelón.

Cuando empecemos a notar torpezas en el desempeño de las acciones diarias, cuando empecemos a dar respuestas erráticas y en ocasiones inconexas, cuando nos confundamos frecuentemente, se nos olviden los nombres de objetos, personas y las actividades recientes, sería entonces tarde para tratarnos.

Esta técnica, ayudará a diagnosticarnos mucho antes de que nos demenciemos irremisiblemente, es inteligente alertarnos temprano.

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