¿Cuándo sacar un lanzador?
Batista habla sobre el trabajo de dirigente

<STRONG>¿Cuándo sacar un lanzador?<BR></STRONG>Batista habla sobre el trabajo de dirigente

POR MIGUEL BATISTA
De ESPNdeportes.com
Esta semana decidí escoger un tema que podría ser considerado interesante para aquellas personas que me han interrogado sobre el mismo. ¿Cuál es mi opinión, acerca de cuando es propicio para un dirigente sacar a su lanzador del juego?

Las respuestas pueden ser igualmente sorpresivas o extrañas para los fanáticos de este deporte, cuando lean las diversas opiniones de varios de los grandes dirigentes de todos los tiempos.

“Para mí depende mucho de quien está en la lomita,” le escuché decir a Bobby Cox alguna vez. “Hay lanzadores como Maddux que son maestros en salir de las dificultades. Muchas veces, cuando Greg jugaba para nosotros (los Bravos de Atlanta) permitía alrededor de cinco carreras en la primera entrada; luego que salía del problema y encontraba su ritmo, terminaba lanzando el juego completo y ganando con marcador de seis o siete a cinco.”

“Nunca saques a tu lanzador muy temprano del juego, aunque le hayan hecho varias carreras en las primeras dos entradas, sobre todo si estás en un estadio donde la pelota corre con facilidad y mucho menos si es un buen lanzador”, me dijo Felipe Rojas Alou alguna vez, porque le oyó decir a Don Baylor: “si haces eso, terminarás matando tu bullpen; además en los estadios de esa índole los resultados siempre serán altos para ambos equipos”

“En una oportunidad, pasé una de las dificultades mas grandes como dirigente”, decía de nuevo Felipe Alou, “cuando yo dirigía la Clase A de West Palm Beach, Florida, mi equipo estaba cerca de la clasificación y yo tenia un pitcher que me estaba lanzando un juego sin hits, y la pizarra estaba dos a cero. Al llegar la novena entrada, el primer bateador le pegó rodado al campo corto, quien tiró mal a primera. El segundo bateador le pegó rodado por el lado izquierdo y al de tercera se le fue la pelota por entre las piernas; yo aun podía entrar y sacar a mi pitcher, pero estaba lanzando un juego sin hits! El tercer bateador le pegó un batazo que si el jardinero izquierdo no se tira de cabeza, hubiera anotado hasta mi abuela. Ya había un out, pero el corredor de tercera anotó. Ahora el juego estaba dos a una, pero aun el muchacho me estaba lanzando un juego sin hits… no lo podía sacar! El cuarto bateador se le partió el bate y la bola cayó justo detrás de la primera base, ni bien la pelota había caído al suelo y ya yo iba corriendo hacia el montículo; ese juego por poco y me mata del corazón!”

“Dirigir en la Liga Nacional es muy diferente a la Americana,” me comentó en cierta ocasión mi anterior dirigente Bob Melvin (Diamondbacks) “Muchas veces te ves en la situación en que viene al bate tu lanzador y estamos en la sexta o séptima entrada, con un out y una ventaja mínima; es una posición difícil, ya que en ese momento se puede decidir el juego y no lo puedes mandar a tocar, pues regalarías un out que puedes necesitar; entonces tienes que tomar la decisión, si dejas a tu pitcher batear y corres el riesgo de que te hagan una doble mantaza o traes a un emergente a tratar de empatar el juego o ampliar la ventaja”

“Un buen mánager nunca deja que un lanzador que le esté lanzando un buen juego lo llegue a perder, si estás en las ultimas dos entradas y el chico te ha lanzado un buen partido, déjalo hasta que veas que puede perderlo, pues es mejor que él salga sin decisión a que pierdas el partido. Nunca se debe olvidar que lo importante es ganar el juego,” le respondió Sparky Anderson a la prensa en una ocasión.

“A mi no me relevaba nadie, yo era mi propio relevo,” me comento en una charla que tuve con la leyenda del salón de la fama, Juan Marichal…y afirmó, “cuando yo pasaba de la sexta entrada, yo venía con mentalidad de relevista, había que terminar el negocio”.

Algunos lanzadores se han visto en fuertes discusiones con sus mánagers, por sacarlos del partido, cuando ellos pensaban que no era necesario. De hecho, varios son conocidos con el término de “come entradas” por tener la habilidad año tras año de lanzar un gran número de innings.

“Los grandes lanzadores del pasado como Bob Gibson, Juan Marichal, Jack Morris muchas veces lanzaban más juegos completos, que los que ganaban en una temporada. ¡Y piensa esto bien, muchos de ellos, muchas veces ganaban mas de veinte juegos!,” me comento mí entonces entrenador de pitcheo en los Diamondbacks de Arizona, Bob Welch.

“Para mi los lanzadores abridores tienen que salir a lanzar nueve entradas, todas las noches, yo no quiero abridor de cinco ni seis entradas, nada mas. Esos son abridores baratos,” nos dijo recientemente nuestro dirigente Mike Hargrove. “Yo sé que es imposible que lo puedan hacer cada vez que salgan al montículo, pero esa debe ser la meta, y yo estoy preparado para cuando parezca que no lo logran, entonces traer ayuda del bullpen”

“Un lanzador debe tener varias cosas importantes para que yo pueda dejarlo lanzar tarde en el juego, una de ellas es el valor, la resistencia y la habilidad de poder tocar la pelota cuando sea necesario, pues yo odio tener que traer un bateador emergente en la octava entrada, solamente porque mi lanzador no sabe tocar bien y el juego está en la línea,” me expresó Jim Leyland en 1992.

“Para mi es difícil dirigir cuando está lanzando un nudillista,” me confesó el dirigente de los Medias Rojas de Boston, Terry Francona, “Es que no sé cuando se está cansando o simplemente está lanzando la bola alta.

“Esta es mi definición de valor al lanzar,” le oí decir a un comentarista de televisión en 1999 en Montreal, en un juego contra los Dodgers de los

Ángeles. Vladimir Guerrero en la primera entrada le pegó doblete a Orel Hershiser con dos en base poniendo el marcador dos a cero. En la tercera entrada con hombre en tercera y un out, en el mismo primer lanzamiento Hershiser le pegó un pelotazo a Guerrero en una pierna. Vladimir lo miró con cara de león enfurecido y Orel abriéndole los brazos le gritó “Lo siento Vlady, pero es que a ti no se te pueden lanzar bolas malas, porque a todo le pegas!”

Después que terminó el partido le pregunté al comentarista porque había dicho eso sobre Hershiser y me respondió “ese es el momento donde enseñas el coraje como lanzador, él sabia que no tenía que lanzarle a Guerrero, pues si Vlady le pegaba otro hit o un fuerte elevado a los jardines, esa otra carrera le hubiera pesado y como era la tercera entrada, se hubiera visto muy cobarde si le daba base por bolas intencional en un simple juego de temporada a un buen bateador y apenas empezando el juego. Como Vladimir es bateador de bolas malas él no podía correr el riesgo de lanzarle alrededor del plato. Ponlo de esta manera como decía el gran Don Drysdale: “Para que tirar tres lanzamientos si con uno solo yo lo puedo poner en primera base”.

¿Cuándo debe sacarse al lanzador? ¡Eso es cuestión del dirigente, cuando él lo crea conveniente!

Yo siempre he dicho que “un buen abridor es como un buen carro, debe durarte mucho tiempo.” Pero siempre hay que escuchar la voz de la experiencia y como dijo Sparky Anderson “No hay nada más gratificante en la vida que tener un buen amigo y un buen bullpen en quien confiar.”

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