Odile Villavizar, presidenta de la fundación Manos Unidas por el Autismo se refirió a los desafíos que este sensible tema presenta en la República Dominicana.
De la forma más diáfana posible, Villavizar definió al autismo como una condición de neurodesarrollo, lo que significa que los signos de alerta se comienzan a apreciar en la infancia, durante los primeros años de vida. “Es un trastorno neurológico que afecta el cerebro, y, por ende, afecta también la socialización, el habla y la conducta.
Estas son las tres áreas donde la persona con autismo tendrá los mayores retos, y cabe destacar que existe una tendencia mayor a que se presente en el género masculino. «Ahora en la fundación tenemos una buena cantidad de varones, mientras que el porcentaje de hembras es mínimo”, señaló.
Sobre este tema, la titular de manos Unidas por el Autismo, explicó que la incidencia superior en el género masculino se debe a un factor genético que les confiere a los varones una mayor susceptibilidad. Así, indicó que las estadísticas internacionales establecen la proporción de cuatro varones por una hembra con autismo.
Destacó la importancia de la detección temprana del padecimiento, ya que en edades iniciales se facilita la intervención por parte de especialistas y esto garantiza que el desarrollo del niño sea más favorable en cuanto a que logre una mayor independencia, y consecuentemente una calidad de vida adecuada.
Villavizar resaltó que gran parte del éxito en el tratamiento a un niño con autismo se debe al compromiso familiar y al grado de constancia que los padres pongan en el desarrollo del niño, descubriendo y estimulando sus habilidades para que este se convierta en una persona funcional en el futuro.
“Como mamá de dos niños autistas puedo decir que el autismo es una manera diferente de vivir, es como cuando conoces a una persona de una cultura distinta. Ellos sienten y piensan en una dimensión que no es igual a la nuestra, y ven la vida con un grado de detalles que usted y yo no seríamos capaces.”
Sobre las capacidades de las personas con este padecimiento, Villavizar apuntó que estos individuos son capaces de desarrollar habilidades especiales movidos por su pasión hacia determinados temas, y precisó que, aunque carezcan de mecanismos efectivos, por ejemplo, de comunicación y socialización, son capaces de estudiar especialidades tan complejas como la robótica, meteorología o desarrollo de softwares.
A propósito del tema de la inclusión social, la presidenta de Manos Unidas por el Autismo, expresó que, aun cuando se han dado pasos de avance en nuestro país para generar espacios donde las personas con este padecimiento puedan desarrollarse, persisten deficiencias en el sistema que obstaculizan la inserción social de los autistas.
De igual forma, criticó la poca existencia de centros especializados que impacten en las familias con miembros autistas.
Por otra parte, Villavizar puntualizó que los patrones de identificación de un niño autista son muy diversos, ya que el padecimiento se manifiesta diferente de un individuo a otro; a su vez, planteó que la pronta identificación y el ciclo de terapias con un especialista va a signar grandemente el desarrollo del infante.
Sobre el tratamiento, añadió durante la entrevista ofrecida a Onorio Montás para el programa “Revista Dominical Dejando Huellas” que se transmite por QuisqueyaFM, que resulta sumamente costoso el hecho de llevar a cabo una correcta supervisión del padecimiento, ya que son necesarias distintas consultas médicas y actividades extracurriculares para mantener el desarrollo del niño en buen camino.
Así, destacó que una familia con un autista como miembro suele gastar entre 25,000 y 50,000 pesos al mes para cubrir estos gastos colaterales, y llamó la atención sobre el hecho de que la mayoría de las familias no cuentan con este dinero, por lo que el niño autista queda relegado y afectado en su desarrollo.
Manos Unidas por el Autismo
Esta fundación nació como un grupo de apoyo a padres que, al igual que Odille, tienen hijos con TEA, para compartir experiencias y conocimientos sobre la que entonces era una discapacidad de la que poco se hablaba.
“Desde el 2008 y hasta la fecha nuestra fundación viene desarrollando una labor en beneficio de la calidad de vida de personas dentro del espectro del autismo, así como de educar a los padres y darles las herramientas necesarias para que ellos puedan apoyar a sus hijos”.
Con un aproximado de 170 usuarios, Manos Unidas por el Autismo presenta diferentes programas entre los que se encuentran Intervención Temprana, Habilidades Sociales, Vida Independiente (para adultos), Preparación para la vida adulta (jóvenes); además se llevan a cabo las terapias del lenguaje, ocupacional y conductual, a lo que se suma un programa de acompañamiento escolar, para asistir a las familias que tienen niños autistas en escuelas regulares.
Villavizar enfatizó sobre la necesidad de que los padres se involucren en el proceso de atención de los niños con esta discapacidad, por lo que le confiere una vital importancia a la sensibilización e instrucción de los progenitores para facilitar el trabajo con los niños. “Los últimos sábados de cada mes tenemos un entrenamiento dirigido a los padres, que consiste en invitar a un profesional de un área afín para realizar un intercambio sobre diferentes temas concernientes al padecimiento y cómo abordarlo”, refirió.
durante una entrevista ofrecida a Onorio Montás para el programa “Revista Dominical Dejando Huellas” que se transmite por QuisqueyaFM.