Cuando se obliga a Baní a la rebelión cívica

Cuando se obliga a Baní a la rebelión cívica

El vía crucis de los banilejos, con su carencia de agua potable, parece que va para largo, cuando las autoridades, encabezadas por INAPA, han ignorado olímpicamente los reclamos que le han hecho. Desde decir que se olviden del acueducto hasta el 2008, e ignorarlos y no acudir en busca de soluciones de emergencia, hay todo un rosario del desinterés oficial que obligará a Baní a empantalonarse y exigir su derecho a la vida con medidas de rebeldía cívica, que tan buenos resultados le ha dado en los últimos tiempos a otros pueblos como San Cristóbal y San Pedro de Macorís.

La situación de Baní se agrava con el paso de los días, cuando con la Cuaresma en su etapa final, se han secado sus fuentes de agua superficiales y apenas ingresan pocos miles de galones de agua, con lo que las penurias son más dramáticas y empujan al pueblo a oír a los que les propongan medidas extremas, que por lo general, conducen al desasosiego cívico y llenan de intranquilidad a una comunidad como la banileja, conocida por todas partes como muy trabajadora y ajena a ese tipo de reclamo, de exigencias contundentes, que son las únicas que conocen las autoridades, para entonces acudir a resolver las carencias responsabilidad de ellas mismas.

Se sabe que la solución al problema del agua de Baní es costosa y toma tiempo. Se han propuesto dos soluciones, una la de construir una presa en La Gina en el lecho del río Baní, para regular un metro cúbico por segundo, suficiente por más de 25 años para Baní y comunidades satélites. La otra solución sería tomar el agua del canal Marco A. Cabral, quizás cerca de Paya, o del contra embalse de Las Barías. Ambos proyectos se completarían con los tanques de almacenamiento, así como las nuevas redes de distribución que hagan falta y reforzar las existentes, que puedan garantizar una buena operación del sistema, junto a la acción de dotar a las acometidas domiciliarias de contadores, para garantizar el uso racional del agua, que ya de por si es un producto caro. Para elegir la mejor solución será necesario realizar imparciales estudios de factibilidad que determinen las bondades de la mejor. La imparcialidad debe dominar la acción, sin la influencia de los padrinos influyentes, que acompañan a quienes llevan el maletín propuestas que carecen de economía y de buena fe, cometiendo errores las autoridades a la hora de elegir lo mejor para la comunidad.

Antes de seleccionar la propuesta que determinen los estudios de factibilidad, de acuerdo a las que se presenten para la solución definitiva y de negociar el préstamo para el proyecto, INAPA está obligado a buscar soluciones de emergencia, cuyo costo nunca estaría por encima de los RD$20 millones. Incluso en menos de cuatro meses se le estaría aportando agua de nuevas fuentes a Baní. Sería en base a pozos en la zona de Villa Güera, de Río Arriba y hasta cerca de Boca Canasta. Se debe garantizar la operación permanente de los mismos y de los existentes, ya que ahora mismo hay fuentes fuera de servicio por falta de mantenimiento de las bombas o de reparaciones poco costosas. Eso ha carenciado el agua en muchos sectores de la comarca, sin un servicio estable de agua y obligando a cada familia a ingeniárselas para obtener el preciado líquido.

No hay dudas que INAPA podría hacer un gran servicio a Baní acudiendo a resolver de inmediato con soluciones prácticas y de emergencia la falta de agua. Baní y sus comunidades son las que más aportan en sus pagos mensuales del consumo del agua que no llega y allí se recauda miles de pesos, pese a las severas deficiencias actuales lo cual debería ser motivo de preocupación, de que la indolencia oficial, obligue a una comunidad trabajadora y ejemplar, a exigir con más contundencia su derecho a la vida, mediante un suministro de agua, que ahora no tiene dolientes en el sector oficial. Y es que están más ocupados en los proyectos continuistas, los cuales podrían malograrse en Baní sino se les atienden sus justos reclamos. La comunidad sabría cómo votar, como ya lo hizo en mayo del 2004, cuando la sordera de quienes buscaban prolongarse, los hizo precipitarse en la derrota. Pero si prevalece el poder de la cohorte que busca beneficios del poder y no resolver los problemas, entonces, el gran arraigo que tiene el Presidente, no sólo en Baní, sino a nivel nacional, se desmoronaría para caer en manos inciertas de apoyos y fortunas cuestionables, pero la gente, en su desesperación, se vería obligada a mirar hacia quienes prometen villas y castillos.

Baní espera. Al menos deben emprenderse acciones de emergencia para mitigar la sed que abruma a los moradores de la progresista comunidad sureña. Se crearía el compás de espera para que los ingenieros puedan determinar cuál es la solución más factible y económica. Por lo general los caza contratos buscan que haya mucha tubería que colocar, que es donde está el mayor beneficio de la inversión y aparecen los tubos más disímiles y de mala clase como los que se están colocando actualmente en la avenida John F. Kennedy, sin la calidad requerida.

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