Nacer pobre, muchas veces sin contar con las más mínimas posibilidades de superación, e incluso sin esperanzas, no tiene que ser un estado que dure toda la vida, basta con que se tenga el deseo y la intención de superación y -¿por qué no?- un poco de empuje para despegar y emprender hacia el desarrollo personal y familiar.

Esto es precisamente lo que le ha ocurrido a Santa Lupe del Carmen y Carla Inés Torres, dos mujeres que pese a no contar con recursos económicos, tenían el deseo de superarse y lo lograron gracias a que encontraron el empuje del programa Progresando con Solidaridad que desarrolla la Vicepresidencia de la República Dominicana.

Estas dos mujeres, la primera procedente de Consuelo, San Pedro de Macorís, y la segunda del municipio de Guerra, en Santo Domingo Este, visitaron la redacción de ¡Vivir! para dar testimonio de cómo ha cambiado su vida después que lograron insertarse en el programa Progresando con Solidaridad.

Con rostro de satisfacción Santa Lupe del Carmen narra cómo era su vida antes y cómo es ahora. Según nos dijo, el cambio ha sido muy significativo para ella y sus tres hijos de 24, 22 y 15 años, quienes ahora la acompañan en su propio negocio.

“Me siento muy agradecida con el programa Progresando con Solidaridad, porque antes yo era una mujer con mucha tristeza y falta de confianza en mí misma; tenía muchas carencias económicas y tenía que dejar a mis hijos para ir a trabajar durante todo un día a una zona franca por trescientos pesos, y esto más lo que conseguía mi esposo como electricista; no nos alcanzaba para subsistir, pero hoy, gracias al respaldo que me ha brindado este programa tengo mi negocio en mi casa, mis hijos estudian e ya la mayor está terminando la carrera de medicina”.

De la misma manera se expresa Carla Inés Torres, quien dice tener también su negocio en casa, el cual atiende junto a sus hijos Michael y Juan Carlos, quienes le brindan todo el apoyo para echarlo adelante.

Nos contó que hace tres años que entró al programa y desde entonces su vida ha dado un giro enorme, puesto que al ser una madre soltera y sin un techo propio, anteriormente pasada muchas necesidades.

“Gracias al programa Progresando con Solidaridad hoy cuento con mi casita y mi negocio del que me sostengo y estoy echando para lante a mis hijos. Antes yo vendía arepa, habichuelas blandas y empanadas, hoy tengo mi colmado”.

Progresando con Solidaridad. Este es un programa socioeducativo dirigido básicamente a familias que viven en condición de pobreza, a las que brinda acompañamiento y respaldo económico con el objetivo de que estas se desarrollen integralmente.

Este programa se enfoca fundamentalmente en que los beneficiados tengan a sus hijos registrados, que se eduquen, tengan salud, formación humana y que los adultos tengan cédula de identidad y electoral, entre otros derechos.

Este programa de acompañamiento de parte del Gobierno ofrece respaldo para obtener préstamos para emprender negocios, además de brindar Bonoluz, Bonogas, seguro de salud y asesoramientos empresarial y educativo.

Este programa, que se desarrolla en todo el país con miles de familias pobres, es dirigido por la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández.