Cuando un niño quiere ser siempre el mejor en todo

Cuando un niño quiere ser siempre el mejor en todo

Muchos niños quieren ser siempre los mejores en todo (en la escuela, con sus hermanitos, amiguitos…) a veces sin ser una imposición de los padres. Y hasta llegan a sentirse mal cuando no logran ser los primeros.

A simple vista se diría que es bueno que los niños siempre se destaquen, pero ¿hasta qué punto podría esto ser sano?

La psicóloga del Centro de Aprendizaje y Psicología CAP, Indhira de la Cruz, explica que durante los tres y cuatro años, es normal que los niños quieran ser siempre los mejores y ganar en todos los juegos. Evolutivamente se encuentran en una etapa caracterizada por su pensamiento egocéntrico, todo gira alrededor suyo. “Por eso en esta etapa es bueno ir enseñándoles que no siempre se puede ganar, sin ser excesivamente estrictos. Es importante enseñarles a aceptar la frustración que supone una derrota o no ser el mejor”, indica.

Señala que cuando un niño quiere ser el mejor en todo, es importante observar la edad, que es uno de los aspectos más importantes en la consideración y pronóstico de una conducta infantil, dado que lo que puede resultar como absolutamente normal en una edad determinada puede que ya no lo sea en otra edad.

Además se debe tomar en cuenta el ciclo de vida en que se encuentra. “Dependiendo del nivel de madurez de un niño para aceptar sus derrotas y competir adecuadamente”.

Hay que ver también la posición que ocupa en su familia: hijo único, hijo mayor, hijo del medio o hijo menor determinará muchas veces que tienda a ser el que busque destacarse.

Otro aspecto es el estilo de los padres. “Esto determinará mucho la autoestima del hijo, la cual está muy relacionada con el desempeño y el logro del éxito en la vida”, explica la profesional.

Ventajas. La especialista en conducta humana señala que ser competitivos les ayuda a buscar la excelencia en todo lo que hacen; no obtener resultados mediocres; esperar siempre lo mejor de la vida; convertirse en un líder y muchas veces a alcanzar el éxito en la vida y la felicidad.

Desventajas. Como todo tiene sus pro y contras, la psicóloga explica que lo malo de todo esto es que “a veces suelen ser muy competitivos y egocéntricos; se convierten personas obsesivas y compulsivas; llegan a ser muy egoístas e individualistas; pueden convertirse en líderes negativos, muy solitarios e infelices; muchas veces alcanzan el éxito en la vida, pero no la felicidad, por una falta de equilibrio en la vida y sacrifican su familia, sus amigos y la diversión para ser los mejores. Por tanto pagan un precio muy alto”.

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