Cuando una bolsa “colapsa”

Cuando una bolsa “colapsa”

Leí ayer con azoramiento un titular a todo lo ancho de la portada de un diario que la “Bolsa de Valores de la República Dominicana sufre primer colapso con impago bonos Intur”. Y me dio un escalofrío. Pero al leer la propia crónica el escalofrío se tornó en vergüenza periodística ajena al comprobar que no hay ningún colapso de la BVRD, sino un atraso de pago de intereses de una empresa que en el 2009 colocó unos bonos.

Un “colapso” de una bolsa, o “crash” como se denomina en inglés, es un acontecimiento catastrófico: la súbita y dramática baja en los precios de las acciones y demás valores cotizados en ese mercado, produciendo la destrucción nominal de riqueza. Los colapsos frecuentemente son cíclicos y ocurren después de que estallan burbujas especulativas que inflan desmesuradamente los precios de acciones, bonos y otros activos financieros; al desplomarse los mercados ocurre pánico entre inversionistas que buscan liquidar sus posiciones para protegerse con dinero en efectivo, lo cual acelera la baja de precio hasta el colapso.

Quizás el más famoso colapso o “crash” fue el de 1929 en Wall Street, cuando tras una década de constante expansión la economía norteamericana se vino abajo para el inicio de la gran depresión, causada en parte por el abuso del financiamiento para la compra especulativa de acciones que luego resultaron sobrevaluadas o de menor rendimiento al esperado.

En la BVRD aún no se venden y compran acciones de las grandes empresas dominicanas, por ser la mayoría de éstas negocios pertenecientes a grupos familiares. Algunas otras grandes empresas aquí son subsidiarias de compañías cuyas acciones se cotizan en las bolsas de Nueva York, o Canadá, o México o España. Según el website de la BVRD, al 1ro. de junio del 2012 el total acumulado a la fecha en bonos y papel comercial asciende a RD$22,005,784,511.28.

Para una economía del tamaño de la dominicana, con un PIB de US$87,200,000,000, que su única bolsa haya transado un total de US$566 millones luce como que falta mucho por avanzar.

Pero si la prensa grita “¡lobo!” anunciando un falso colapso cuando la emisión cuyos intereses se han atrasado unos días es de apenas RD$700 millones, o sea el tres por ciento del total acumulado en la BVRD, ¿cómo crear más confianza?

Es claro pues que la BVRD no “colapsó”. Ojalá siga creciendo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas