Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) se negaba en principio a admitir que fuera posible la transmisión del COVID-19 a través del aire, recientemente admitió que esto podría ser posible, principalmente en entornos cerrados y en determinadas circunstancias.
«Se han producido brotes de COVID-19 en ciertos lugares cerrados, tales como restaurantes, clubes nocturnos, lugares de rezo o zonas de trabajo donde la gente estaba gritando, hablando o cantando, en los que la transmisión por vía aérea no puede ser descartada», destaca la nota informativa.
Añade que podría haberse dado este tipo de contagio en recintos mal ventilados donde personas con coronavirus hayan podido pasar un largo periodo de tiempo con otras.
La OMS añade que se necesitan más estudios «urgentemente» para investigar este tipo de transmisión, aunque subraya que por ahora la principal vía de contagio demostrada es por contacto con pequeñas gotas expulsadas por personas infectadas al toser o estornudar.
Este contagio también sería posible si estas gotas quedan en determinas superficies (muebles, pomos de puertas, barandillas), pasan por contacto a otras personas y éstas se tocan los ojos, la nariz o la boca.
Tempo de vida del virus en el aire.
La OMS da crédito a algunos estudios que demostraron la presencia de ARN del SARS-CoV-2 en muestras de aire de un entorno en el que se produjeron aerosoles; en un estudio hasta tres horas después de la exposición y en otro, en el que también se hallaron viriones viables capaces de replicarse, hasta 16 horas después de la exposición.
El más reciente estudio al respecto, realizado por el Institutos Nacionales de Salud, CDC, UCLA y la Universidad de Princeton (EE.UU.), descubrió que el coronavirus podía vivir por hasta tres horas en aerosoles.
Esos resultados se obtuvieron mediante el uso de aerosoles producidos en condiciones experimentales que, si bien ofrecen información importante sobre el comportamiento del virus, no reflejan la manera habitual en la que las personas tosen, recalcó la OMS.
En cuanto a otras superficies, la investigación halló que el coronavirus podía mantenerse activo hasta cuatro horas en cobre, 24 horas en cartón y dos o tres días en plástico y acero inoxidable.