Cuántos cuentos y cuántos pendejos

Cuántos cuentos y cuántos pendejos

El FMI sigue con el mismo cuento, repitiendo exactamente lo que ha dicho en las últimas 10 revisiones de la economía dentro del art. IV. Pero de ahí no pasa porque no habrá reforma fiscal ni eléctrica o laboral, ni la deuda se reducirá, sino todo lo contrario. Es mejor que el Fondo se ahorre el dinero de esas misiones que también le cuestan mucho al país en cenas y recepciones.
Que Trump le dijo a Medina, “reelígete que con nosotros no hay problema”, cuentos que circulan enviados desde la cúpula. Pero el mensaje fue más bien de advertencia poniendo como ejemplo el caso de Bolivia, Nicaragua y obviamente Venezuela. El continuismo es el peor cáncer que puede afectar a una sociedad.
Si Juan Bosch estuviera vivo se armaría de mucho material para escribir sus cuentos usando las visitas sorpresas del presidente. Es increíble el material propagandístico de este famoso invento que es el mayor disparate de la historia. ¿Para que existen las instituciones del gobierno que albergan 700 mil empleados si un solo hombre lo hace casi todo?
El cuento de nunca acabar. “Jamás volveré a reelegirme”.
Quizás donde el cuento rompe los límites de lo inimaginable es en el caso de los pobres. En boca del propio presidente se oyó decir que “la pobreza se ha reducido del 40% en el 2012 a un 25%”. Qué dirá Leonel Fernández que según sus propias palabras dijo al final de su mandato que la pobreza se redujo en sus 8 años de 43% al 34%. ¿Contradicciones internas, manipulación de cifras, charlatanería de los políticos, burla a los pobres, desparpajo informativo o nueva reclasificación de la pobreza para que la mitad de ellos pase por decreto a la clase media?
O sea, que tenemos menos pobres que en España y estamos alcanzando a Estados Unidos que tienen 14% de pobres.
El cuento que ya harta es aquel que sale de las huestes policiales diciendo que “la delincuencia se ha reducido en los últimos años”. Eso más que un cuento es una falta de respeto al país.
Como el campesino es inteligente por naturaleza, aunque sea iletrado, recurre a la superstición porque está jarto de los cuentos. Y parece que le da más resultado confiar en lo sobrenatural que en los cuentos del gobierno.
El cuento “Dos pesos de agua”, de Juan Bosch, ejemplifica esta realidad ante la desconfianza en los gobiernos que nunca resuelven nada y casi todo se lo roban.
Por eso el dominicano desconfía hasta de su sombra. Lo han engañado por siglos y lo siguen engañando sin el menor escrúpulo. Son chivos por naturaleza, pero aun así siempre caen en la trampa por pendejos, porque terminan creyendo los que se repite sin cesar. Una mentira dicha mil veces destroza la incredulidad.
Terminamos con un cuento que no puede faltar. “El mejor presidente que ha tenido el país necesita más de 8 años para concluir su obra de gobierno”. Charlatanes.

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