La semana pasada escribí para ustedes un artículo sobre las maravillas de internet como medio de publicidad, enfocando toda la riqueza y variedad comunicativa que ofrece al anunciante. Y quedó un aspecto que no abordé: el número de usuarios que tiene este recurso de la tecnología moderna en el mundo. Haciendo un cálculo rápido, podríamos decir que actualmente debe de haber más de 120,000,000 de usuarios léase bien: más de 120 millones de personas que casi diariamente reciben y envían mensajes por esta vía.

En el caso de nuestro país, el internet llega en 1995, según informes del Instituto Dominicano de las Comunicaciones INDOTEL , en el año 1996, tenía 5,819 cuentas de internet. Si multiplicamos esa cantidad por 5, concluimos en que serían 29,095 los usuarios para ese año. Esto lo hacemos aplicando el mismo procedimiento estadístico que se emplea para saber cuántos lectores promedio leen un ejemplar de un diario. De forma que al aplicarlo al internet que es más familiar, más cercano a niños y adultos que el periódico estamos siendo conservadores.

Pues así ha continuado creciendo con los años, hasta llegar a la suma oficial de INDOTEL para el 2003, que es de 89,982, repartidos entre Codetel, Tricom, Aster y Telecable Nacional. Esto partiendo de que esas compañías hayan sido exactas en el suministro de información. Si multiplicamos esta suma por 5, tenemos que habría aproximadamente 449,910 usuarios en línea casi diariamente casi medio millón . Disponibles a recibir mensajes.

Ahora quiero darle paso a un comentario que sobre mi artículo anterior hiciera el lic. Roberto Rímoli, psicólogo, publicista, actualmente en funciones en el Hato Rey Psychiatric Hospital y catedrático de la Universidad de Puerto Rico. Es también poeta, y un verdadero ratón de biblioteca, comelibros, porque en su vida lo que más ha hecho es leer. Tiene publicado un estudio titulado «Drácula suele ser puntual: El cálculo aplicado a la psicología» Dice Rímoli:

«La revolución mercadológica llegó a través del Internet y puede considerarse como la verdadera revolución de todos los tiempos, a más, de que todo apunta a que la misma irá adecentándose cada día más en el mundo reducido de las siglas. El siglo pasado y para ser más específico los últimos 25 años del mismo, fueron años en los que más inventos se registraron en todos los siglos de la humanidad, aunque el internet, el de más demanda, creado por la milicia norteamericana en 1969 y dado a conocer 20 años después, puede considerarse el más innovador de toda una secuela de medios habidos y por haber. Si algo se ha perfeccionado y ha sobrepasado los límites de la genialidad puede encasillarse sin duda alguna en el mundo de las comunicaciones. Una característica de verdadera revolución mercadológica en internet radica en que imagen para triunfar , en un porcentaje muy estimable de las veces, apela a formas simbióticas y en la que el estímulo audiovisual como todo actor siempre incosncientemente proratea a sus mismos estímulos, o en el decir de Juan Beneyto, se sustituye el predominio de la palabra por la primacía de la imagen. Recordemos que tanto en plena primera como segunda revolución industrial, la «máquina» repercutió en la cultura humana dando como resultados productos de mayor trascendencia, lo que significa que estamos a punto si no es que estamos en el comienzo de la tercera revolución industrial, y cuya acción más importante estriba en sustituir el trabajo muscular del hombre en el sentido estricto de la palabra. La revolución mercadológica ha llegado a nuestro entorno social sin altoparlantes y llena de toda red de variables socieconómicas, para erigirse como la primera. Juan Freddy Armando quien tiene toda su vida leyendo e investigando sobre las peripercias de la publicidad y el mercadeo, nos abre los ojos como un oculista y la boca como un dentista para respondamos a su reto, que de seguro muy posible sea la bas e de futuras y extensas investigaciones de lo que se ha sido el primero en atreverse a soltarlo».

En la próxima entrega hablaré de cuántos usuarios ingresan diariamente a algunos portales de internet, para que se tenga idea de su efectividad. Por ejemplo, en las ediciones digitales de los periódicos, como es Hoy Digital.