Cuarenta muertos en un atentado contra reclutas del ejército de Irak

Cuarenta muertos en un atentado contra reclutas del ejército de Irak

Por Paul Schemm
BAGDAD, Mar 27 (AFP) – Cuarenta personas murieron el lunes en un atentado suicida contra reclutas del ejército iraquí en el norte de Irak, el más sangriento desde enero, mientras el ejército estadounidense insistió en la autoría iraquí del ataque que el domingo dejó 16 chiítas muertos.

   «Cuarenta personas, reclutas en su mayoría, murieron y 20 resultaron heridas en el atentado cometido en la base conocida como Tamarat en la región de Azki Kalak, por un kamikaze que llevaba un cinturón de explosivos», declaró una fuente de seguridad en Bagdad.

   En un primer momento, un responsable de la provincia de Mosul indicó que se había cometido un atentado suicida contra un centro de reclutamiento situado entre la ciudad de Mosul (375 km al norte de Bagdad) y Tall Afar (80 km más al oeste), sin poder proporcionar un balance.

   «Un kamikaze que llevaba un cinturón de explosivos se mezcló entre un numeroso grupo de reclutas frente a un centro del ejército antes de accionar la carga», dijo.

   Este fue el atentado más sangriento contra reclutas de las fuerzas de seguridad iraquíes desde el que costó la vida a 70 personas en enero en Ramadi, capital de la provincia sunita rebelde de Al Anbar, al oeste de Bagdad.

   El refuerzo de las fuerzas de seguridad es una de las prioridades de las autoridades iraquíes y estadounidenses, que lo consideran como la mejor manera de hacer frente a la rebelión y anticipar la partida de las fuerzas extranjeras.

   Pero estas fuerzas y los centros de reclutamiento son regularmente blanco de ataques de los insurgentes, que buscan disuadir a los iraquíes de alistarse en la policía o el ejército.

   El atentado se produce al día siguiente de un ataque sangriento en el norte de Bagdad que responsables chiítas atribuyeron a un error estadounidense y que provocó indignación, incluso en Jawad Al Maliki, un cercano colaborador del primer ministro Ibrahim Jaafari.

   En un comunicado, el ejército norteamericano negó toda implicación directa de sus tropas en el ataque y lo describió como una operación de las fuerzas especiales iraquíes contra una guarida rebelde.

   Afirmó que fue planeado y ejecutado por fuerzas especiales iraquíes, dejó 16 muertos entre los rebeldes y no estuvo dirigido contra una mezquita.

   El papel de las fuerzas especiales estadounidenses se limitó a aconsejar a las fuerzas iraquíes, subrayó el comunicado de las tropas norteamericanas, acusadas de repetidos errores que costaron la vida a civiles, entre ellos uno reciente en el norte de Bagdad y otro, en noviembre de 2005, en el oeste de la capital iraquí.

   «Comandos y soldados de la fuerza antiterrorista iraquí mataron a 16 rebeldes e hirieron a otros tres durante una operación de rastreo. También detuvieron a 18 individuos, descubrieron escondites de armas y liberaron a un rehén iraquí», precisó el ejército estadounidense con respecto al ataque.

   La versión norteamericana es opuesta a la de las autoridades iraquíes y de algunos testigos, según los cuales, las fuerzas estadounidenses fueron las que lanzaron el ataque contra un lugar de oración chiíta, en el noroeste de Bagdad, causando 17 muertos y cinco heridos.

   Por otra muerte, el ejército estadounidense también anunció la muerte, por paro cardíaco, de uno de sus militares, el sábado, en una zona sunita del oeste de Irak.

   Con esta muerte ascienden al menos a 2.324 el número de militares y personal asimilado estadounidense muertos en Irak desde la invasión del país, en marzo de 2003, según un balance establecido por la AFP basado en cifras del Pentágono.

   Asimismo, tres civiles resultaron muertos en Bagdad, dos de ellos por la explosión de una bomba colocada debajo de un minibús.

   Por otra parte, la policía iraquí recuperó 18 cadáveres de jóvenes chiitas muertos por disparos al norte de Bagdad, mientras que otros nueve cuerpos con signos de muerte por estrangulación fueron hallados en la capital iraquí.

   De esta forma, ascienden a unos 130 los cadáveres de personas ejecutadas hallados en Irak en los últimos ocho días.

   Por último, Ezzat Ibrahim, ex número dos del régimen de Saddam Hussein y prófugo de la justicia, instó a los dirigentes árabes a reconocer la «resistencia» iraquí y a boicotear al actual gobierno, en una grabación sonora difundida por la cadena de televisión qatarí Al Yazira en la víspera de la celebración de una cumbre árabe en Jartum.

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