POR GERMAN MARTE
En contraste con la precariedad en que se desenvuelve la mayoría de los destacamentos policiales de los barrios de la zona norte de Santo Domingo, donde los residentes son predominantemente pobres, la dotación policial del ensanche Naco se caracteriza por estar bien equipada, con una amplia edificación, buena iluminación, abanicos, puertas de cristal, acondicionadores de aire.

También, parqueos amplios, aparatos de comunicación y un cuerpo policial que ofrece un trato decente a los ciudadanos.

En este destacamento los policías cuentan con un minibús, yipeta, un carro y un camión, todos debidamente identificados. Además hay varias motocicletas, incluidos los cuatro “saltamontes” especiales para un equipo elite denominado “Lince” de la PN.

Mientras en otros destacamentos apenas cuentan con un viejo escritorio, la dotación del Naco, localizado en terrenos del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, en la avenida Ortega y Gassette, tiene cinco escritorios, algunos de ellos bastante amplios.

Los radios “walkie talkie” funcionan y hay al menos dos teléfonos, y ambos funcionan, algo “extraño” porque en los destacamentos de Villa Consuelo, Gualey y Villas Agrícolas, por ejemplo, al menos hasta hace unos días los aparatos estaban fuera de servicio, debido a deudas de la Policía Nacional con la compañía telefónica.

LOS POLICIAS LINCES

Mientras en sectores como Guachupita, Los Guandules, Las Cañitas, Gualey y Villa Consuelo, escasean los agentes policiales, en Naco, además de un buen número de uniformados, hay un equipo de policías especiales para actuar en casos de robo, que tiene una oficina habilitada en un furgón preparado para tales fines, con mobiliario y acondicionadores de aire.

Pero entre todos sobresale un equipo de al menos ocho agentes integrantes de un equipo denominado “Lince” que visten de negro y no de gris, que usan chalecos antibalas los cuales tienen integrados unos depósitos para jugo o agua, de modo que el agente no tenga que consumir nada de la calle mientras patrulla.

Mientras los agentes de los barrios marginados trabajan en medio de grandes precariedades, los Lince patrullan de dos en dos en modernas y potentes motocicletas “saltamontes” y van armados con rifles AK-47 y una pistola, van cubiertos de cascos protectores y altas botas.

UNA SARGENTO GENTE

Quienes acuden al Naco a poner una querella por robo son recibidos por la sargento Linares, una espigada morena de algunos años ya, cuya gentileza y amabilidad en nada se parece a la usual actitud de los agentes de robo en muchos otros destacamentos.

Con atención, la agente escucha la denuncia y orienta sobre lo que hay que hacer para formalizar la querella, ofrece, si es necesario, el teléfono.

“Si usted desea puede conversar con el fiscal, que está aquí al lado. Venga que le voy a indicar donde está”, y sale junto al querellante y le señala el furgón donde se ha habilitado la oficina del fiscal, así como la oficina del departamento de robo.

“BUSCALO PARA ENSEÑARTELO”

Pero la gentileza de los agentes y del propio fiscal no impiden que se repita la tradición en la PN: si a usted le robaron, es usted quien debe investigar e identificar al ladrón.

Se trata de una especie de “búscalo para enseñártelo” que ya es costumbre en los destacamentos policiales, sobre todo en el departamento de robo, donde los agentes le dicen a los querellantes que les den informaciones precisas de los supuestos delincuentes, para ellos poder atraparlos.

 Bien se sabe que vivir en el ensanche Naco no es lo mismo que vivir en Gualey o Villa Consuelo, incluso para los miembros de la PN.