Cuarterías y cañadas inundan los barrios y el país

Cuarterías y cañadas inundan los barrios y el país

Una visita a todas las provincias del país nos puede mostrar un rostro invisible para los medios de comunicación y para nuestros gobernantes, barrios marginados en las periferias de las cabeceras de provincias que se extienden inundados de cuarterías y cañadas.

Posiblemente el rostro del progreso que se identifica en la ciudad de Santo Domingo y Santiago no deja ver los callejones, cuarterías y barrios en la “parte atrás” de la modernidad.

En todos los grandes residenciales de clase media hay un barrio enquistado y creciendo hacia la parte atrás, en entramados de callejones y cañadas.

Las inversiones en Metros y elevados tratan de ocultar esta realidad que solo puede verla el que se decide a mirar un poco más allá de sus calles circundantes o cuando decide visitar a un plomero, la trabajadora doméstica o el guardián. Huracanes y tormentas realizan también este ejercicio de visibilidad.

El hacinamiento de familias con 8-10 personas en pequeños cuartos con poca iluminación, poca ventilación (casi ninguna ventana)  y uno o dos sanitarios (letrinas) para varias familias, es un patrón permanente. Un callejón puede tener un total de 15 cuartos (1-2 cuarto para una familia) con 15 familias conviviendo en estas condiciones. En un cuarto podemos encontrar una o dos camas para ocho personas además de un fogón o una pequeña estufa en una mesa, dos sillas y una batea para lavar.

En las cuarterías en un cuarto solo pueden estar sentadas cuatro personas y en ellas viven hasta ocho personas.

Las personas mantienen sus puertas abiertas para que pueda iluminarse un poco su interior porque no tienen ventanas o si tienen ventanas no llega iluminación alguna porque la ventana choca con la pared de otra vivienda o del callejón.

Los olores fuertes e intensos de las aguas negras que recorren las cañadas y los callejones ya son una costumbre. La gente no siente el olor, los niños y niñas tampoco.

Las cañadas son los espacios de recreación de niños y niñas, que juegan y se dedican a buscar objetos en sus aguas negras. Igualmente en este espacio que se convierte en callejón se sientan las mujeres a conversar, a lavar, o se instala un juego de domino.

Las personas que habitan barrios marginados en todas las provincias del país son víctimas de violaciones a sus derechos a una vida digna y de la exclusión de oportunidades para su desarrollo humano. Las inversiones económicas del gobierno no tocan planes de vivienda para la población pobre en gran extensión así como tampoco los procesos de remodelamiento y saneamiento urbano que se necesitan en todas las provincias.

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