Cuatro mil alumnos de SC y Ocoa todavía no han iniciado las clases

Cuatro mil alumnos de SC y Ocoa todavía no han iniciado las clases

Carmen Matos/anbareli Espinosa y Bartolo morillo
San Cristóbal

Más de cuatro mil estudiantes de centros educativos de San Cristóbal y San José de Ocoa no han iniciado el nuevo año escolar,  porque los planteles en que estudian aún  están ocupados por afectados del huracán Irene.

Aunque las autoridades de Educación completaron los preparativos para arrancar el inicio de la docencia esta semana, tras el paso del fenómeno, las aulas y pasillos de los centros siguen ocupados por personas que lo perdieron todo y que usan las instalaciones como su  hogar temporal.

  Las comunidades educativas y autoridades locales enfrentan la resistencia de los damnificados, que se niegan a salir de los recintos, hasta tanto se les reubique en condiciones dignas. Durante el fin de semana, en San Cristóbal y Ocoa se hicieron varios operativos mediante los cuales se pretendía desalojar las escuelas y liceos, con ayuda de agentes militares y policiales.

 Ocoa.  En San José de Ocoa los estudiantes que no han iniciado las clases ascienden a unos dos mil, explicó el representante de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), César Beltré. 

 Dijo que unas 15 escuelas funcionan como albergues, entre las cuales citó al Politécnico José Núñez de Cáceres, San Rafael, San Luis, Sabana Larga, entre otras.

Agregó que en Rancho Arriba aún hay varias escuelas fuera de servicio, porque están inundadas y llenas de lodo, producto del paso del huracán Irene.

En tanto que el encargado de ADP en Puerto Plata, Juan Carlos Almonte, y el de Nagua, Guillermo Vásquez, dijeron que  iniciaron el año escolar sin contra tiempos, ya que las escuelas no albergan refugiados.

San Cristóbal.  La directora de la regional 4 de Educación, Dinorah Cabrera, informó que  2,764 estudiantes no tienen fecha de inicio del año escolar en esta provincia, ya que estudian en las seis escuelas que sirven de albergues.

  En los centros Villa Mercedes, Promoción Jeringa, Juan Pablo Duarte, Fernando Cabral Ortega, Ofelia María Rivas, liceo Musical y Matías Ramón Mella las sillas y escritorios escolares han sido puestos a un lado, para dar paso a  televisiones, neveras, camas y otros efectos que se pudieron salvar.

La mayoría de afectados residen en Los Molina, Las Flores, 5 de abril, Madre Vieja y otras comunidades afectadas por la crecida del río Nigua.

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Habrá desalojos

Durante una reunión efectuada ayer tarde, el Gobernador provincial de San Cristóbal, Damalier Montás, anunció que todas las familias que habitan centros educativos como albergues serán trasladados en las próximas horas al Polideportivo de la ciudad. Ante decenas de dirigentes comunitarios y representantes de los afectados, Montás dijo que la ayuda gubernamental se concentrará únicamente en ese recinto.

“La otra cara”

Más allá del dolor de  perder todas sus pertenencias y de haber visto  sus casas arrastradas por las aguas del río Nigua, los afectados por el huracán Irene que habitan centros educativos de San Cristóbal, sufren por las precarias condiciones de higiene y hacinamiento.

Cientos de damnificados, que desde el miércoles pasado viven en las aulas de seis centros educativos de San Cristóbal, se quejan además  de  que  no les llegan las ayudas del Gobierno.

La mayoría de los refugiados  mendigan la comida, que les llega una vez al día y casi siempre tarde, atestiguaron los comunitarios.

En la escuela Villa Mercedes, del sector de mismo nombre, viven 187 personas, con un promedio de ocho familias por aula. En la escuela Promoción Jeringa, de La Jeringa, hay 19 familias cuyas casas fueron arrastradas.

En el caso de la escuela Fernando Cabral Ortega, de Las Flores, está habitada por 129 personas que se auto gestionan sus alimentos y materiales de limpieza, a pesar de haber perdido  sus pertenencias.

En el liceo Musical Pablo Claudio, uno de los refugios más hacinados de la provincia, hay personas que viven en los pasillos, salón de actos, bajo la escalera y prácticamente en todas las esquinas del recinto.

 Asímismo, en la escuela Juan Pablo Duarte, de Los Molina, unas 200 personas duermen en sábanas que colocan en el piso y han resistido al ataque de los cuerpos militares, que se han presentado para desalojarlos.

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