AEROPUERTO de LAS AMÉRICAS. Cuatro militares y cinco civiles estarían vinculados al intento de robo de una aeronave del Aeropuerto Arroyo Barril, de Samaná, el pasado 29 de noviembre.
Sin embargo, la comisión de oficiales que investigó el hecho argumentó en su informe que no se trató de robo, sino de un despegue ilícito, con la confabulación de los militares y tres civiles, empleados del aeródromo.
Los imputados, a quienes en las próximas horas se les conocerán las medidas de coerción, son el capitán de navío Luis Manuel Pimentel Santos, quien fungía como jefe de seguridad del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (CESAC) en Arroyo Barril; el sargento Andy Lebrón Martínez, y los agentes Ángel Benavides, y Wilfredo de la Rosa Turbí.
Los civiles involucrados en el supuesto despegue ilícito del avión Piper PA-23, matrícula no HI896 son Antonio Rodríguez Vásquez, Carlos Daniel Carpio, inspector de operaciones de Aerodom, y el mecánico de avión Esmeralda Calcaño.
Los pilotos colombianos que pretendían volar clandestinamente el aparato fueron identificados como Ramón Castillo Manríquez y Orlando Morales Gaitán. El primero está preso en el Palacio de Justicia de Samaná y el segundo prófugo.

En el informe del caso se señala que los militares y empleados, valiéndose de sus facilidades en el aeródromo, prepararon todo el panorama para que el aparato despegara sin dificultades.
Asimismo, que los militares cerraron la estación aérea y apagaron las luces de aterrizaje, para permitir la salida del avión con los dos colombianos a bordo y en el que supuestamente partirían hacia Colombia.

Expresa que los militares, violando todos los procedimientos de seguridad, permitieron que los dos pilotos removieran los asientos del avión para mayor facilidad de despegue, pero que cuando levantaba vuelo, el aparato fue a parar a unos matorrales.

El avión era piloteado por Castillo Manríquez, quien se encuentra prófugo, mientras que Morales Gaitán fue detenido por la Dirección General de Migración el sábado primero de diciembre, cuando intentó abandonar el país.

Morales Gaitán se proponía abordar el vuelo 307 de Copa Airlines con destino a Bogotá, Colombia.

AEROPUERTO de LAS AMÉRICAS. Cuatro militares y cinco civiles estarían vinculados al intento de robo de una aeronave del Aeropuerto Arroyo Barril, de Samaná, el pasado 29 de noviembre.
Sin embargo, la comisión de oficiales que investigó el hecho argumentó en su informe que no se trató de robo, sino de un despegue ilícito, con la confabulación de los militares y tres civiles, empleados del aeródromo.
Los imputados, a quienes en las próximas horas se les conocerán las medidas de coerción, son el capitán de navío Luis Manuel Pimentel Santos, quien fungía como jefe de seguridad del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (CESAC) en Arroyo Barril; el sargento Andy Lebrón Martínez, y los agentes Ángel Benavides, y Wilfredo de la Rosa Turbí.
Los civiles involucrados en el supuesto despegue ilícito del avión Piper PA-23, matrícula no HI896 son Antonio Rodríguez Vásquez, Carlos Daniel Carpio, inspector de operaciones de Aerodom, y el mecánico de avión Esmeralda Calcaño.
Los pilotos colombianos que pretendían volar clandestinamente el aparato fueron identificados como Ramón Castillo Manríquez y Orlando Morales Gaitán. El primero está preso en el Palacio de Justicia de Samaná y el segundo prófugo.

En el informe del caso se señala que los militares y empleados, valiéndose de sus facilidades en el aeródromo, prepararon todo el panorama para que el aparato despegara sin dificultades.
Asimismo, que los militares cerraron la estación aérea y apagaron las luces de aterrizaje, para permitir la salida del avión con los dos colombianos a bordo y en el que supuestamente partirían hacia Colombia.

Expresa que los militares, violando todos los procedimientos de seguridad, permitieron que los dos pilotos removieran los asientos del avión para mayor facilidad de despegue, pero que cuando levantaba vuelo, el aparato fue a parar a unos matorrales.

El avión era piloteado por Castillo Manríquez, quien se encuentra prófugo, mientras que Morales Gaitán fue detenido por la Dirección General de Migración el sábado primero de diciembre, cuando intentó abandonar el país.

Morales Gaitán se proponía abordar el vuelo 307 de Copa Airlines con destino a Bogotá, Colombia.