Cuatro millones de cámaras vigilan
a británicos sin éxito

Cuatro millones de cámaras vigilan<BR>a británicos sin éxito

LONDRES,  (AFP) – Más de cuatro millones de cámaras de vigilancia vigilan el territorio británico, y aunque sus imágenes difundidas por la televisión han creado en ocasiones sensación de seguridad en la opinión pública, su impacto general en la criminalidad no está claro.

 La investigación sobre los atentados fallidos de Londres y Glasgow recordó a los británicos que son actualmente los ciudadanos más vigilados del mundo. Las cámaras diseminadas en las calles y en las autopistas permitieron volver a trazar casi todos los movimientos de los sospechosos.  Unas 4,2 millones de cámaras cubren todo el país, es decir una por cada 14 británicos, según los datos más recientes (2003). Un individuo puede ser captado por una cámara hasta 300 veces por día.

 La CCTV (televisión de circuito cerrado en inglés) tuvo su gran impacto a principios de los 90, cuando sirvió para luchar contra la criminalidad en los centros comerciales.

 En la década de los 90, alentado por el propio Partido Laborista en el poder, el ministerio del Interior consagró el 78% de su presupuesto de la lucha contra la criminalidad a la instalación de las cámaras. Se estima que entre 1994 y 2004, el desembolso se elevó a unos 500 millones de libras (740 millones de euros).

 La CCTV fue utilizada en varias investigaciones que tuvieron gran impacto mediático. Las cámaras situadas en el metro contribuyeron a identificar a los cuatro extremistas durante los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres, que causaron 56 muertos, entre ellos los kamikazes.

 Pero su eficacia real es muy difícil de evaluar. Un estudio exhaustivo realizado en 2005 por parte del ministerio del Interior concluyó que la CCTV tenía «un efecto global escaso en el nivel de criminalidad».

 Los ciudadanos, sin embargo, tienen la sensación de estar más al abrigo de cualquier ataque, concluyó el estudio.

Presentan cargos contra médico

 LONDRES,  (AFP) – La policía británica presentó cargos ayer contra el médico iraquí Bilal Abdula por conspiración para causar una explosión, en la primera inculpación por los atentados fallidos de Londres y Glasgow.

 Abdula será presentado ante el tribunal penal de Wastminster, en el centro de Londres, informó la policía, poco después de recibir la autorización de la Fiscalía de la Corona.

 El médico, de 27 años, es uno de los ocho detenidos tras los dos coches bomba que no estallaron en pleno centro de Londres, el 29 de junio, y el ataque de dos suicidas a bordo de un jeep contra un terminal del aeropuerto de Glasgow.

 Abdula era el pasajero del jeep que se estrelló el 30 de junio, y que no causó víctimas, como en el caso de Londres.

 «Otras personas detenidas por la policía en relación con los atentados siguen arrestadas, a la espera de una decisión sobre su eventual inculpación», indicó la jefa de la división antiterrorista de la Fiscalía de la Corona, Susan Hemming.

 De los siete arrestados, el conductor del jeep que manejaba junto a Abdula y que estalló en Glasgow se encuentra en el hospital bajo vigilancia armada, tras sufrir graves quemaduras.

 Gran Bretaña se encuentra bajo alerta máxima en vísperas del segundo aniversario este sábado de los ataques suicidas que el 7 de julio de 2005 causaron la muerte de 52 personas.  Los cuatro atacantes también murieron en esas explosiones.  El primer ministro Gordon Brown dijo ayer que la célula responsable de los atentados fallidos de la semana pasada está desmantelada. «Por lo que sé, llegamos casi al núcleo de esta célula», declaró Brown a la BBC.

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