Casi cuatro millones y medio de niñas en todo el mundo (4,4 millones o 12.000 por día) se arriesgan a sufrir este año la mutilación genital (o ablación del clítoris), “una atroz violación de los derechos humanos básicos”, dijo este martes el secretario general de la ONU, António Guterres.
La mutilación genital femenina, que consiste en la eliminación del clítoris y a veces de los labios vaginales, es una práctica común en muchos países de África -en menor medida en Asia-, a pesar de que las religiones mayoritarias como el cristianismo y el islam la condenan expresamente.
La ONU ha declarado el 6 de febrero como el Día Internacional de tolerancia cero contra la mutilación genital femenina, un fenómeno que “causa daños de por vida a la salud mental y física de mujeres y niñas”, en palabras de Guterres.
El secretario general no duda de que son “las estructuras y actitudes patriarcales” las que están en el origen de esta práctica, y pide “amplificar las voces” de todas aquellas que sufrieron esta práctica y luego han adquirido conciencia de lo que supuso en su autonomía corporal.
También pide “restringir el acceso a la educación y al empleo” de aquellas personas que han contribuido a perpetuar esta práctica, sin dar otros detalles.
El fenómeno de la mutilación genital ha dado el salto desde África a países de Europa, donde algunas comunidades de origen africano lo practican en la clandestinidad, al igual que sucede con otros fenómenos como el matrimonio infantil.
El Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa, en inglés), en un comunicado emitido hoy, lamenta que el progreso en la lucha contra este fenómeno sea muy lento- “Debería ser al menos diez veces más rápido” para llegar a su eliminación total en 2030.
El Unfpa calcula que en el mundo hay 200 millones de mujeres vivas que han sufrido esta práctica.