Cuatro vidas truncadas por una gorra y un láser

Cuatro vidas truncadas por una gorra y un láser

La violencia desmedida con que reaccionaron Gilberto Batías Herrera y José Ramón Reyes Paulino ante dos hechos sin importancia, podrían llevarles a purgar penas de 20 hasta 30 años de prisión, después que truncaran la vida de dos personas.
Los dos encausados, el joven de 18 años y el adulto mayor de 68, decidieron terminar con la vida de otros dos individuos: uno por una gorra y el otro porque lo molestaban apuntándole con un puntero láser.
Estos dos hechos que parecerían sin importancia, al parecer los llenaron de ira, al punto que llegaron a quitarles la vida.
El primero fue el dominicano nacionalizado estadounidense Reyes Paulino, quien el pasado 7 de diciembre mató al taxista Miguel Alejandro Jiménez Báez en las cercanías del parque Independencia.
Según las investigaciones el imputado era fastidiado por la víctima, quien tenía por costumbre molestarlo apuntándole con un pequeño foco de luz láser y le habría advertido que dejara esa práctica o de lo contrario un día lo mataría, como en efecto ocurrió esa noche de diciembre.
Ese día el servidor de transporte privado habría hecho lo mismo y el hombre, sin pensarlo, descargó toda su ira y le hizo siete disparos, refugiándose luego en el hotelarrow Independencia, donde posteriormente fue arrestado.
Aunque el hombre, que según la Policía estaba borracho, dijo tras su apresamiento que disparó al taxista porque sintió que su vida corría peligro.
Disparó al hombre mientras este se encontraba en su vehículo estacionado.
Al salir del tribunal donde se le impuso un año de medida de coerción, declaró que no se sentía arrepentido. Tiene cargos por homicidio y porte ilegal de arma.
Muerte por una gorra. El otro que podría pasar largos años de su vida en prisión es el aún adolescente Batías Herrera. Está encausado también por homicidio y violación a la ley de control de armas, en perjuicio de su vecino Fausto Mateo Cerca.
Según el expediente, Batías Herrera había discutido con su víctima por una gorra que él (Batías) le habría sustraído a Mateo.
Tras el enfrentamiento, Batías sorprendió a Mateo con un machete y sin mediar palabras le ocasionó varias heridas que terminaron en la muerte.
Ambos residían en el sector Simón Bolívar, del Distrito Nacional. Apenas dos casas los separaban.
El hermano de la víctima presenció el hecho e hizo la denuncia.
El joven fue enviado a la cárcel de San Pedro de Macorís a cumplir prisión preventiva, por decisión del juez de Atención Permanente del Distrito Nacional, Honorio Susaña.

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