Washington. Cuba señaló el jueves que Estados Unidos miente cuando denuncia que 24 de sus diplomáticos o parientes de éstos en la isla han sufrido ataques con un arma sónica desconocida que les provocó afecciones de salud.

«Quienes afirman que ha habido ataques, actos deliberados o incidentes específicos como causa de estos daños de salud miente deliberadamente», precisó el canciller cubano Bruno Rodríguez.

El funcionario también aseveró que Washington usa las denuncias sobre los presuntos daños a su personal «como pretexto de naturaleza política para eliminar los progresos alcanzados y dañar la relación bilateral».

Rodríguez reiteró la posición cubana de rechazar que hayan ocurrido lo supuestos ataques porque «la diversidad de los síntomas reportados no pueden asociarse a una causa única».

Estados Unidos ha dicho que sus diplomáticos han padecido síntomas diversos que incluyen sorderas temporales o permanentes, náuseas y conmoción cerebral.

Desde que llegara en enero a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump se ha mostrado poco partidario de continuar el acercamiento con la isla que impulsó su predecesor Barack Obama y aprobó en junio un paquete de medidas restringiendo los viajes y el poco comercio existente con Cuba.

Rodríguez dijo que los retrocesos en la relación bilateral se traducen ya en la suspensión de un encuentro técnico sobre agricultura, el aplazamiento de cooperación en salud y la cancelación de eventos culturales, deportivos y estudiantiles.

El canciller exhortó a Washington a «dejar de politizar este asunto, lo cual puede provocar una escalada y hacer retroceder más las relaciones bilaterales».

Rodríguez ofreció una conferencia de prensa en la capital estadounidense antes de regresar a su país el jueves y un día después de asistir a la aprobación de una resolución de Naciones Unidas en Nueva York que condena el embargo económico estadounidense sobre Cuba.

El diplomático indicó que a diferencia de su visita previa a Washington hace algunas semanas -cuando se reunió con su homólogo Rex Tillerson-, en esta ocasión no mantuvo contacto con funcionarios del gobierno norteamericano.

En cambio, dijo haberse reunido el jueves con una docena de legisladores estadounidenses, a los que no identificó.