Cuba admite problema productivo y refuerza comercio agroalimentario

Cuba admite problema productivo y refuerza comercio agroalimentario

LA HABANA, (AFP) – Las autoridades cubanas están reforzando el control del comercio agroalimentario para bajar los precios, pero admitieron este martes que el problema real es de déficit productivo.

“A mi juicio lo que hay que hacer para regular y bajar los precios es lograr mayor producción”, sostuvo el viceministro de la Agricultura, Juan Pérez Lamas, en una entrevista publicada por el diario Granma.

Según datos aportados por Pérez y por el diario, la demanda per cápita de agroalimentos en Cuba es de 30 libras mensuales (unos 15 kg), de ellas la mitad de tubérculos, la tercera parte de hortalizas y el resto de granos y frutas.

Ello implica una producción de 2,5 millones de toneladas a nivel nacional para garantizar los productos frescos, tanto para la dieta hogareña como para el consumo social (comedores obreros, escuelas, hospitales, guarderías infantiles).

Pero si se toman en cuenta los requerimientos de la industria alimenticia y la de conserva, las instalaciones turísticas (más de dos millones de visitantes al año) y la exportación, la cifra necesaria es mucho más del doble.

En 2005 la producción nacional de tubérculos, raíces, granos, hortalizas y frutas fue de 5,1 millones de toneladas, un 20% menor que la de 2004 debido a condiciones climáticas, con disminuciones agudas en las cosechas de banano y yuca.

El déficit, sumado a problemas de distribución, desvío de recursos, ilegalidades, problemas en la transportación y otros, mantiene los precios de los productos muy por encima de las posibilidades de los bolsillos cubanos.

Las autoridades tratan de paliar los problemas materiales reponiendo baterías y neumáticos para el transporte, nuevas máquinas de riego eléctrico, aumentando las áreas productivas y la distribución de fertilizantes y plaguicidas.

“Los recursos son escasos para todos, pero los que distribuimos los entregamos a los que tienen mejores rendimientos y cumplen con sus planes de entrega, ya sea el campesino, el cooperativista o el trabajador de una Unidad Básica de Producción Cooperativa (UPBC, tierra estatal arrendada)”, dijo Pérez Lamas.

La venta de los productos agropecuarios se realiza en un 70% mediante 13.800 pequeños puntos en todo el país (1.200 en La Habana), entre un 12 y un 15% en 533 mercados estatales con precios máximos fijados y de un 3% al 5% en los mercados agropecuarios regidos por oferta y demanda.

Las autoridades buscan más control en esos lugares y fijar los precios máximos en los puntos de venta, algunos de los cuales, según vecinos, se han cerrado recientemente.

“En esas tarimas de barrio se cometen muchas arbitrariedades en los precios”, dijo el viceministro, sin mencionar el cierre temporal o definitivo de algunos de esos lugares.

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