LA HABANA (AFP).- Seis meses después de que Fidel Castro cayera enfermo, Cuba avanza lentamente en un relevo de mando que según analistas traerá cambios sustanciales en un largo plazo, aunque La Habana defiende la “continuidad” y no descarta un retorno del líder al poder.

Analistas, diplomáticos y muchos cubanos estiman que la “transición” o una “sucesión” definitiva empezó sin trastornos el 31 de julio, cuando Castro delegó el poder a su hermano Raúl, tras ser sometido cuatro días antes a una cirugía intestinal.

“Nada de lo que Washington y los exiliados esperaban sucedió. La transición post-Fidel ya está en camino”, opinó en la revista Foreign Affairs Julia Sweig del Consejo de Relaciones Exteriores. Para Brian Latell, ex analista de la CIA y autor del libro “After Fidel”, “es improbable” que Castro vuelva al poder y “Raúl está poniendo su personalidad en el estilo de gobierno e instaurando una serie de ideas y políticas”.

“No creo que el statu quo que existía hasta julio continúe por mucho más tiempo. Parece bastante improbable que Raúl Castro pueda dejar las cosas así como están, sin tocar los asuntos económicos”, declaró vía telefónica a la AFP Marifeli Pérez-Stable, del grupo de estudios Diálogo Interamericano, con sede en Washington.

Raúl, ministro de Defensa de 75 años, quien gobierna rodeado de las Fuerzas Armadas y dando el protagonismo al Partido Comunista, ha reclamado a la dirigencia eficiencia, autocrítica y solución a problemas que más aquejan a los cubanos, como el transporte, alimentación y vivienda.

“Para llevar a cabo reformas económicas, Raúl debe caminar en una cuerda fina, para no traicionar por lo menos desde el punto teórico el legado de Fidel”, estimó Pérez-Stable.

Raúl, bajo cuyo mando el ejército se modernizó y participa en sectores económicos clave como el turismo, tiene reputación de ortodoxo en el campo ideológico, pero pragmático y buen organizador en asuntos económicos, por lo que podría favorecer un modelo “a la China”.

No obstante, según Latell, Raúl favorecería el modelo chino de los años 70, cuando se dieron los primeros pasos de apertura, y no el actual. “Comenzarían a autorizar más iniciativas privadas, similar a Vietnam”, opinó.

“La transición está en marcha (…) La salvación de la revolución dependerá de la conducción de Raúl Castro, quien, pese a su firmeza en los principios, también es un hombre pragmático”, opina Heinz Dieterich, académico alemán de izquierda.

Como ejemplo de ese pragmatismo, los analistas destacan que desde que asumió el poder, Raúl ha ofrecido en dos ocasiones a Washington negociar, bajo principios de respeto.

Bajo hermetismo
LA HABANA (AP).- El hermetismo es total: nadie sabe a ciencia cierta cuál es el real estado de salud del presidente Fidel Castro, mientras adentro y fuera de la isla los más singulares rumores se cocinan cuando se cumplen seis meses de licencia del convaleciente mandatario.

«Lo mas impresionante que ha pasado en los últimos seis meses, es el mutismo oficial de la cúpula del poder en Cuba y por otro que la inercia social continúe y no haya ninguna reacción popular, que la vida continúa igual’’, comentó a la AP el analista Damián Fernández, vicerrector de la Universidad Internacional de La Florida.

El gobierno informó el 31 de julio del 2006 que el mandatario dejó el poder en manos de su hermano Raúl Castro y varios otros altos funcionarios tras sufrir una operación intestinal.  Desde entonces todo es especulación en torno a la enfermedad del líder de 80 años. Rodeado de una lealtad sin quiebres, ninguna información del entorno de Castro ha logrado filtrarse y los rumores tampoco salieron a ser contestados por las autoridades.

«No me sorprende el mutismo. Creo que en Cuba el público está acostumbrado a que el gobierno no divulga todo sobre todo… pero no han escondido la gravedad (del paciente)’’, dijo en entrevista a la AP Philip Peters, vicepresidente del Instituto Lexington con sede en Virginia.

Para Fernández, ese hermetismo «se debe a un reflejo del régimen cubano. Información es poder y no lo quieren compartir, detrás de bastidores están organizando todo para un tipo de sucesión sin complicaciones’’.  Históricamente para las autoridades, la información sobre la salud del mandatario  debe ser tratada con cuidado para evitar que los enemigos de la revolución la usen en su contra.