Cuba cumple seis meses sin Fidel

<p>Cuba cumple seis meses sin Fidel</p>

LA HABANA (AFP) – Seis meses después de que Fidel Castro entregó el poder a su hermano Raúl, los cubanos viven en calma bajo un gobierno colectivo, envueltos en el misterio de la enfermedad de su líder histórico e inquietos por el futuro económico y político de la isla comunista.

Desde que Castro cedió el gobierno temporalmente el 31 de julio, cuatro días después de ser operado tras una hemorragia intestinal, la isla transita por una nueva etapa marcada por la ausencia de un liderazgo unipersonal de casi medio siglo.

La vida en la isla transcurre con normalidad, tras el impacto inicial de la noticia. Los cubanos siguen en su maraña de inventos para resolver la comida y el transporte, mientras se tejen todo de hipótesis de una Cuba sin Fidel.

“Esto es una cajita de sorpresas. Tiene 80 años y no es inmortal. No sabemos qué va a pasar, al menos queremos que esto mejore porque la cosa está mala”, dijo Luis Díaz, economista jubilado de 68 años, quien trabajó con el Estado y ahora gana algo como “botero” (taxi ilegal) con su carrito destartalado.

Hasta el momento no se perciben cambios, ni se registran éxodos, disturbios o sublevaciones, como pronosticaban en Washington o en el exilio cubano.

El gobierno insiste en que en Cuba sólo hay “continuidad”. Castro se “recupera” y el país funciona “con normalidad” pese a la presión de Estados Unidos, dijo el lunes el vicepresidente, José Ramón Fernández.

“Vamos a seguir hablando por la causa de la libertad en lugares como Cuba”, dijo el martes el presidente estadounidense, George W. Bush, en su discurso sobre el estado de la Unión.

Analistas estiman que gradualmente habrá cambios inevitables, sobre todo en el campo económico. “La transición post-Fidel ya está en camino”, opinó en la revista Foreign Affairs Julia Sweig, del Consejo de Relaciones Exteriores.

En seis meses, Raúl, ministro de Defensa de 75 años, ha gobernado a su manera, rodeado de las Fuerzas Armadas y dando protagonismo al Partido Comunista (PCC), que considera “único digno heredero” de su hermano.

“Fidel es insustituible”, dijo Raúl el pasado 20 de diciembre, al dejar en claro que no pretende imitarlo.

Desmarcándose del estilo de Fidel, reparte tareas en el equipo que designó su hermano: los vicepresidentes Carlos Lage y Esteban Lazo; el canciller Felipe Pérez Roque; José Ramón Machado Ventura, organizador del PCC; el ministro de Salud, José Ramón Balaguer; y el presidente del Banco Central, Francisco Soberón.

“El poder ha sido exitosamente transferido a un nuevo equipo de líderes cuya prioridad es preservar el sistema mientras permiten una reforma muy gradual”, añadió Sweig.

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