Miami (EEUU) (EFE).- Alentar las remesas familiares, permitir la pequeña empresa y efectuar reformas institucionales son factores cruciales para desencadenar una transición económica exitosa en Cuba, según advirtieron ayer en Miami varios expertos. El Gobierno cubano, “se hable de sucesión en el poder o de transición política”, debe acometer “urgentes” reformas del sistema para avanzar en un crecimiento económico “sostenible”, afirmaron los economistas en una conferencia celebrada hoy por la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE).

“Las transiciones empiezan cuando se comienzan a tomar medidas”, señaló a Efe el economista cubano Rolando Castañeda, uno de los ponentes del encuentro, que denunció que la “economía superdirigida y represiva de Cuba” ahoga la calidad de vida de los cubanos.

Castañeda destacó que sólo “respetando las reglas del juego” del mercado libre se puede avanzar, y articuló una serie de propuestas “microeconómicas”, “no traumáticas”, para el cambio en la isla.

Entre estas medidas citó la importancia de que las autoridades cubanas acepten la “pequeña y mediana empresa”, liberalicen la “entrada de remesas”, movilicen la “activa participación de la diáspora” y permitan el “libre ejercicio de las profesiones”.

Castañeda señaló el tremendo “déficit habitacional” que sufre la población cubana y lamentó las “restricciones” que imponen las autoridades a las remesas familiares.

El experto, que no mencionó la influencia que tendría un eventual levantamiento del embargo de EEUU en esta apertura, destacó que el problema radica en que el Gobierno cubano apuntala una “burocracia esclerotizada e inoperante”, con más de treinta ministerios.

Archibald Ritter, profesor de economía de la Universidad de Carleton (Canadá), advirtió de que el sistema castrista utiliza cualquier aparente “mejoría económica” para reprimir las esperanzas de cambio y “retroceder” en la “liberalización” económica. La exasperante centralización del sistema económico, resaltó Ritter, ha generado en Cuba un cuadro de “substanciales privilegios” para los militares y aquellos que pertenecen al Partido Comunista, por lo que, vaticinó, en una eventual “transición” los altos mandos “querrían mantener” su “statu quo” de privilegio.

Desde 1959, “la nomenclatura cubana no ha hecho otra cosa que beneficiarse de los privilegios, como el poseer buenas casas”, mientras que los cubanos que “abandonan Cuba las pierden”, subrayó.

La menor señal de “recuperación económica”, agregó, es utilizada por el Gobierno para yugular la “libre empresa”, “reprimir a la población” y cerrar la “apertura económica”.

En cuanto a los datos económicos facilitados por el Gobierno cubano, Castañeda, director de la ASCE, expresó su desconfianza debido a la “dudosa metodología empleada”. 

Es cierto, aseveró, que la economía cubana muestra una “tendencia a la recuperación”, pero también es indudable que “la creciente ayuda de Venezuela”, con exportaciones de petróleo a “precios subsidiados” y el turismo, “la gran locomotora”, son factores determinantes.

A juicio de Castañeda, se trata de un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 4 ó 5 por ciento, y nunca del 13 por ciento, como quiere presentar Cuba.

Se trata de una “reactivación” que enmascara dos aspectos fundamentales: “La agricultura y la industria permanecen estancadas”, detalló el economista.

En cuanto al desempleo, según Castañeda, puede situarse en torno al 25 por ciento de la fuerza laboral, un “paro abierto” muy alto que choca frontalmente con las triunfalistas cifras (2 por ciento) de pleno empleo ofrecidas por las autoridades.

En Cuba, “la metodología oficial para medir el crecimiento de la economía no es realista ni cierta”, subrayó.  “Cualquier perturbación externa o interna puede determinar que la armazón se derrumbe”, opinó.

Pese a que “no va a haber una capitulación de la autoridad para entregar el poder político y económico”, es muy probable, sostuvo Castañeda, que el Gobierno “intente llevar a cabo un cambio económico” para mejorar las condiciones de vida de la población.

Al final, el Gobierno de Cuba “debe ofrecer una alternativa de futuro a toda la juventud cubana”, la cual, aseguro, “quiere salir de la isla e irse a EEUU o España”.