Cuba el 26 de julio (1 de 2)

Cuba el 26 de julio (1 de 2)

MARTHA PÉREZ
Las fiestas de Santiago Apóstol, santo patrón de Cuba y la de Santa Ana, que se celebran tradicionalmente los días 25 y 26 de julio, desde días anteriores atraen gran concentración de personas procedentes de las provincias para asistir a las conmemoraciones.

Este habría sido el motivo en 1953 para que entre esas personas llegara un contingente de jóvenes que integraban la denominada generación del centenario  procedente del occidente de la isla, con el propósito de iniciar la acción la noche del 25 de julio y en actos simultáneos asaltar los cuarteles Guillermo Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel Céspedes, en Bayamo, ambos al oriente de la isla. Este 26 de julio la República Socialista de Cuba celebra el 51 aniversario de ese acontecimiento como ha sido costumbre desde el triunfo de la revolución el 1ro. de enero de 1959.

Aquel hecho tuvo su inspiración en las ideas del Apóstol José Martí; entre sus objetivos revolucionarios pretendía reivindicar la memoria del Apóstol en el centenario de su natalicio cumplido el 28 de enero de 1953. Y sembró la semilla de la revolución socialista cubana, al ser el comienzo de una nueva etapa de la lucha que alcanzó su objetivo principal seis años después. Al frente de aquel grupo de revolucionarios constituidos en vanguardia iba Fidel Castro; como segundo jefe Abel Santamaría; y Raúl Castro; a su alrededor se integraron jóvenes trabajadores, de la Federación Estudiantil Universitaria; del Frente Cívico de Mujeres Martianas y organizaciones patrióticas que compartían las ideas del doctor Fidel Castro Ruz, de derrocar la tiranía de Fulgencio Batista por la vía armada y posteriormente promover las transformaciones económicas y sociales que garantizarían al país salir del clima de terror, injusticias y corrupción imperantes. El cuartel Guillermo Moncada era la segunda fortaleza militar de la isla; fue escogido por su ubicación en provincia, menos vigilancia y por las celebraciones del carnaval en la capital oriental que atraía gran cantidad de viajeros de todo el país y era mas favorable el traslado de los revolucionarios sin ser descubiertos.

La noche del 25 de julio se apostaron en puntos estratégicos desde la posta del Moncada donde se colocó Fidel; el Hospital Civil Saturnino de Lora, ocupado por Abel Santamaría y sus compañeros; hasta el Palacio de Justicia ocupado por Raúl Castro y sus compañeros. Al día siguiente cuando el propósito parecía haberse consumado, la gente del pueblo se preguntaba ¿qué está pasando?, descubriendo el hecho por el intenso y continuo tiroteo al principio, y luego esporádico avanzada la mañana; evidencia de una lucha desigual pues los revolucionarios esperaban aumentar las pocas armas que tenían en los arsenales del cuartel. No había fuentes de información; corrió la voz de alarma y la población empezó a ocupar los lugares públicos en busca de noticias oficiales; surgieron infinitos rumores, entre estos, que se trataba de una lucha entre soldados, pues todos los contendientes vestían de caqui amarillo.

El primer periódico que apareció ese día fue «Prensa Universal» de Santiago de Cuba; la gente pagaba mas de su precio por obtenerlo. La noticia principal de este diario decía: «Asaltado Moncada, 48 muertos y 29 heridos», cifras que luego se comprobó no eran realidad. Las patrullas militares comenzaron las detenciones entre los dirigentes políticos de oposición, pero el gobierno tenía mucha desinformación sobre la identidad de los que encabezaron la acción. El Coronel Alberto del Río Chaviano, que no se encontraba en el Moncada al momento del asalto, en conferencia de prensa acusó del hecho al ex-presidente Carlos Prío Socarrás, a «Millo» Ochoa, dirigente del partido ortodoxo y al abogado Fidel Castro. En ese informe se les atribuyó a los revolucionarios crímenes que no cometieron.

Los días sucesivos fueron definiendo la situación de desinformación y confusión creadas. Ya el grupo por orden de Fidel se había retirado a la Granjita Siboney; el pueblo comenzó a organizarse en las luchas junto a los revolucionarios y desde la granja -hoy convertida en museo- punto de encuentro y salida de aquella carabana de 16 autos que se dirigió hasta el Moncada; donde no pudieron consumar su propósito ni impedir las persecuciones y torturas del ejército sobre la población indefensa y los combatientes;  más tarde pudieron llegar a la Sierra Maestra y desde allí alcanzar la victoria del 1ro. de enero de 1959. Han pasado cuarenta y cinco años de aquella victoria que siguió dando vigencia a las ideas de Martí; el pueblo cubano ha tenido que librar una lucha -talvez más intensa- que además del factor político-ideológico, involucra otros factores como el social, económico, geopolítico, cultural. Y hasta la lucha contra los estragos de intensos fenómenos naturales que les han afectado en los últimos meses, como es la gran sequía que padece en estos momentos la parte Este de la isla.

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