Cuba empieza a recibir ayuda y disidentes piden a Gobierno que acepte más

Cuba empieza a recibir ayuda y disidentes piden a Gobierno que acepte más

  La Habana,  (EFE).- Cuba empezó hoy a recibir los primeros aviones de ayuda internacional luego del paso devastador del huracán «Gustav», mientras sectores de la oposición interna reclamaron al Gobierno que acepte la asistencia de más países e incluso de EE.UU. para dar respuesta a los estragos dejados por el ciclón.

   Dos aviones de carga rusos, de un total de cuatro, llegaron en la madrugada de hoy al aeropuerto José Martí de La Habana con material de construcción, catres, mantas y otros artículos en el primer contingente de asistencia humanitaria en arribar a la isla desde que el «Gustav» atravesó el occidente cubano el pasado sábado.

   Moscú hará llegar a la isla alrededor de 100 toneladas de material, incluyendo 120 tiendas de campaña con capacidad para 40 personas cada una, materiales de construcción, vidrio, cables, mantas y otros artículos, informaron a Efe fuentes diplomáticas rusas.

   La embajada española informó a Efe que ese país se sumará mañana a Rusia con el envió de un primer avión con 15 toneladas de material, que incluye «generadores eléctricos, material de cobijo, kits higiénicos, mosquiteras y depósitos de agua».

   El material será destinado a las provincias de Pinar del Río e Isla de la Juventud, ambas en el occidente del país y las más devastadas por el «Gustav».

   El balance provisional de daños arroja un saldo de unas 140.000 viviendas, escuelas, y hospitales con destrozos parciales o totales, miles de hectáreas de cultivo arrasadas y cientos de kilómetros de vías y de tendidos eléctricos y telefónicos demolidos.

   Ante este panorama, sectores de la disidencia interna pidieron hoy al Gobierno de Estados Unidos que levante las restricciones del embargo contra Cuba, al menos «por espacio de dos meses», en lo referido a remesas, paquetes y viajes.

   En una carta divulgada hoy en La Habana, los opositores Martha Beatriz Roque y Vladimiro Roca, líderes de la Agenda para la Transición, afirman que el objetivo fundamental de la petición es «proporcionar un pequeño respiro a los que sufren sin solución a sus problemas».

   En 2001, el azote del huracán «Michelle», que devastó siete provincias de Cuba, llevó a la administración de George W. Bush a levantar las restricciones del embargo sobre alimentos y medicinas, excepción que continúa hoy vigente.

   El grupo envió otra carta al presidente cubano, Raúl Castro, en la que le informa de la misiva enviada a Bush y solicita que acepte la ayuda de EE.UU. y de los países de la Unión Europea o permita que «Organizaciones No Gubernamentales puedan contribuir a aliviar la difícil situación» después del paso del huracán.

   Los disidentes señalan que «la intransigencia del Gobierno cubano con respecto a la asistencia humanitaria al paso de cualquier fenómeno atmosférico por la isla ha privado al pueblo del beneficio de dicha ayuda».

   El líder de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos, Elizardo Sánchez, indicó hoy a Efe que aunque en el pasado Cuba ha recibido ayuda de Venezuela, «en general, la política del Gobierno ha sido la de no aceptarla».

   Paralelamente, el Gobierno de Estados Unidos anunció hoy que está dispuesto a permitir el envío de ayuda humanitaria a los damnificados por el «Gustav» en Cuba, pero solo a través de organizaciones no gubernamentales.

   El embajador mexicano en La Habana, Enrique Jiménez Remus, dijo a Efe que una comisión de técnicos de su país viajará a la isla para ver las necesidades de la isla en los dos temas prioritarios: vivienda y electricidad.

   El diario oficial Granma informa hoy que, además, los Gobiernos de España, Venezuela, Colombia, República Popular China, Bolivia, Argentina, Brasil, Guatemala, Islas Caimán, Perú, Santa Lucía y Timor Oriental han hecho ofrecimientos de asistencia.

   El ex presidente cubano Fidel Castro señaló en un artículo publicado el miércoles que, para paliar las necesidades más elementales, Cuba requiere 3.000 ó 4.000 millones de dólares y necesitará al menos 1,5 millones de viviendas resistentes a ciclones.

   Castro hizo un llamamiento a los cubanos a que se esfuercen para dar respuesta a los estragos dejados por el «Gustav», que comparó con los de la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima en 1945.

   «Tal esfuerzo debe salir del trabajo del pueblo. Nadie lo puede hacer por nosotros», dijo.

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