Cuba en lista negra por reprimir regiones

Cuba en lista negra por reprimir regiones

WASHINGTON (AFP).- Estados Unidos denunció este miércoles la falta de libertad religiosa en Cuba y Guatemala junto con la persistencia de violaciones masivas de la libertad de culto en el mundo, y agregó a Eritrea, Vietnam y Arabia Saudita en una lista que integran los ochos peores violadores de ese derecho humano.

   El sexto informe anual del departamento de Estado sobre la libertad religiosa en el mundo pasó revista a la forma como Washington ve la situación en cada uno de los países, con excepción de Estados Unidos e Irak, porque ese país estuvo bajo administración estadounidense durante el período estudiado (julio 2003-junio 2004).

   Ocho Estados fueron clasificados como «países objeto de inquietud particular»: cinco que ya estaban considerados como tales en 2003 (Myanmar -ex Birmania-, China, Irán, Corea del Norte y Sudán) y tres nuevos (Arabia Saudita, Eritrea y Vietnam).

   Estados Unidos criticó otra vez las restricciones a la libertad de religión en Cuba, donde «no se produjeron cambios en el ámbito del respeto de la libertad de religión» entre julio de 2003 y junio de 2004, el periodo estudiado por el Departamento de Estado en su sexto informe anual sobre la libertad de religión.

   «El Gobierno (cubano) siguió acosando a los lugares privados de culto», agregaron los autores del documentos, quienes precisaron que algunas iglesias evangélicas dijeron «haber sido excluidas» de las casas donde se reunían.

   En Guatemala «no hay una política gubernamental discriminatoria, pero la falta de recursos y voluntad política para aplicar las leyes existentes y los Acuerdos de Paz limita la libre expresión de los ritos religiosos indígenas», señaló el informe.

   «Los individuos que tratan de organizar ceremonias religiosas tradicionales en lugares sagrados deben pagar una entrada o solicitar una autorización con mucho adelanto al Instituto Antropológico Histórico» de Guatemala, lamentó el documento.

   Arabia Saudita había sido objeto de comentarios críticos en informes anteriores, pero su designación en la «lista negra» supone un refuerzo de las presiones estadounidenses.

   El informe concluye que «no existe libertad de religión» en el reino saudita, y deplora que «las libertades religiosas básicas sean negadas a todos, salvo a aquellos que adhieran a la versión del Islam sunita avalada por el Estado».

   Vietnam integra, según Washington, un grupo de países que dispone «medidas totalitarias o autoritarias para controlar las creencias y prácticas religiosas».

   El documento afirma que el nivel de libertad religiosa en Vietnam es «malo» y se ha deteriorado para algunas minorías, como los protestantes y los budistas independientes.

   En Eritrea se vive una situación «que se ha agravado» en particular para los miembros de las iglesias evangélicas, ortodoxas y los testigos de Jeovah, afirma el documento.

   Al presentar el informe, el secretario de Estado, Colin Powell, subrayó que los señalamientos en materia religiosa no implicaban ruptura alguna con los países involucrados. «Vamos a seguir hablando con aquellos con los que tenemos relaciones», declaró.    El autor del informe, John Hanford, indicó que Ryad había realizado algunos progresos en materia de diálogo con la minoría chiíta, o en la expurgación de libros escolares que contenían pasajes hostiles hacia otras religiones, pero juzgó que ello no era suficiente.

   Subrayó que la comunidad chiíta (10% de la población saudita) «sufría la mayor» de las discriminaciones religiosas en Arabia Saudia.

   Aunque la designación como país fuente de «inquietud particular» permite a las autoridades estadounidenses imponer sanciones, Hanford indicó que el secretario de Estado disponía de «una gran flexibilidad» para decidir medidas específicas.

   Como en los años anteriores, China, el país más poblado del mundo, es señalado por su «represión particularmente severa» de la libertad de culto.

   China aparece junto a Cuba, Myanmar, Laos, Corea del Norte y Vietnam bajo la clasificación de «regímenes totalitarios» que restringen la libertad religiosa en sus sociedades.

   El documento ubicó a Pakistán, Turkmenistán y Uzbekistán entre los países hostiles hacia «las minorías o religiones no aprobadas».

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