Cuba es un museo de antigüedades sobre ruedas

Cuba es un museo de antigüedades sobre ruedas

LA HABANA (dpa).- Lo que comenzó como una necesidad, resultado de la escasez económica, se ha convertido en la actualidad en un floreciente y atractivo turístico: visite Cuba y verá, rodando y en sorprendente estado de conservación, la mayor cantidad de autos antiguos del mundo.

Automóviles norteamericanos fabricados en las cinco primeras décadas del pasado siglo circulan por La Habana y otras ciudades cubanas, muchos de ellos con sus piezas originales. Representan el diez por ciento de todos los coches que transitan por la isla.

«Cuba es el mayor reservorio de autos antiguos en el mundo», aseguró a dpa Lorenzo Verdecia, fundador de uno de los tantos clubes de «carros de época» existentes en el único país socialista del hemisferio occidental, cuyos socios se reúnen periódicamente para intercambiar información, experiencias y algún que otro aditamento.

El automóvil hizo su aparición en Cuba en 1898. Antes del primero de enero de 1959, la inmensa mayoría del parque automotor cubano procedía de Estados Unidos, situación que cambió drásticamente en las décadas subsiguientes.

Luego de 1958 los «Ladas» rusos inundaron las calles y a pesar de ser grandes gastadores de combustible, aún hoy permanecen con vida.

Sin embargo, los Fords, Buicks, Pontiacs, Chevrolets, Odsmobiles y Cadillac, entre otros, se negaron a desaparecer. El ingenio y la necesidad lograron «milagros» y ante la imposibilidad de adquirir piezas en Estados Unidos debido al embargo, los mecánicos nacionales hicieron adaptaciones que permitieron la supervivencia de esas marcas.

«El motor es casi todo de Lada y el resto es mucho invento, pero aquí está, caminando, y gracias a él vivimos mi familia y yo», asegura Orlando García, propietario de un Chevrolet del 54, quien posee licencia para ejercer como chofer de auto de alquiler, uno de los pocos trabajos por cuenta propia autorizados en el país.

Junto a estos «frankenstein de la mecánica», otros automóviles norteamericanos de principios del siglo XX se mantienen casi intactos, con piezas originales y colores de fábrica. Sus propietarios están integrados en la Asociación de Autos Antiguos de Cuba y realizan competencias y exposiciones cada año.

Empresas estatales también poseen autos de este tipo, los cuales alquilan a turistas, al tiempo que los mejores ejemplares se exhiben en el Depósito del Automóvil, en La Habana Vieja, donde puede verse un Cádillac de 1905, el auto más antiguo del país.

Sin constituir aún una práctica generalizada, entidades de Chile y Argentina, así como coleccionistas privados, se han interesado en comprar algunos de estos autos, transacción que, según se informó, se puede realizar sólo con empresas estatales cubanas.

[b]Autos nuevos[/b]

La apertura de la isla al turismo en los últimos años y el surgimiento de empresas con capital extranjero propiciaron la importación de automóviles nuevos, casi todos propiedad de esas compañías, de instituciones estatales o destinados al turismo.

Los Honda, Peugeot, Renault y hasta Mercedes Benz se reproducen con celeridad en Cuba. Pero lejos de opacar, resaltan el atractivo de los viejos autos estadounidenses, cuya sola existencia es un permanente desafío al tiempo y un incentivo a la curiosidad.

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