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LA HABANA (AFP).- El canciller cubano Felipe Pérez Roque dijo este lunes que espera que ningún «Caín» latinoamericano presente o co-patrocine este año una resolución contra la isla en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, pues eso «sólo sirve al Gobierno de Estados Unidos».
«Cuba espera que este año ningún gobierno latinoamericano vuelva a hacer el papel de Caín en la Comisión de Derechos Humanos y que ningún país latinoamericano presente, co-patrocine o vote a favor ese proyecto de resolución que, se sabe, sólo sirve al gobierno de Estados Unidos para justificar su política de bloqueo y agresiones contra nuestro pueblo», dijo Pérez Roque.
En conferencia de prensa, el jefe de la diplomacia cubana indicó: «sabemos y tenemos ya las primeras informaciones de que (Estados Unidos) realizan gestiones, aún discretas, secretas, para lograr un patrocinador» de una eventual resolución contra Cuba en la Comisión, que este mes comienza a sesionar en Ginebra.
«Sabemos que están encontrando grandes dificultades para encontrar un patrocinador a esa resolución en América Latina y han movido su radar de nuevo hacia Europa del Este»,añadió.
Desde 1990, Estados Unidos presentó mociones contra Cuba en la Comisión de la ONU, que provocaron su condena consecutiva hasta 1997. En 1998, tras la visita del Papa Juan Pablo II a la isla, la moción fue derrotada.
En 1999, 2000 y 2001, la República Checa y Polonia presentaron la moción, con nuevas condenas a Cuba, hasta que en 2002 el asunto se volcó hacia América Latina y Uruguay la presentó en 2002 y 2003, mientras que Honduras lo hizo el pasado año.
«Están buscando algún gobierno cliente o aspirante a cliente para que presente la resolución sobre Cuba. Y no descartamos, incluso, que pueda ser el propio gobierno de Estados Unidos, si no encontrara otro presentador», añadió Pérez Roque.
Los miembros latinoamericanos de la Comisión en 2005, sobre un total de 53 países, son Argentina, Brasil, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay y Perú.
El voto de México en la Comisión durante los dos últimos años fue en apoyo a la resolución contra Cuba, lo que constituyó el centro de un marcado distanciamiento bilateral.
Interrogado al respecto, Pérez Roque consideró que «México no tiene una sola razón para votar a favor de un proyecto de resolución sobre los derechos humanos en Cuba, que es fabricado en Estados Unidos»
Añadió que «el pueblo y el Gobierno cubanos no podrían comprender que el gobierno de México mantenga un patrón de votación favorable a un texto que tiene ese propósito contra Cuba».
