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LA HABANA, (AFP).- Cuba puso en marcha este sábado una amplia operación de seguridad y organización que alteró la vida cotidiana de La Habana para recibir a unos 50 gobernantes y 3.000 delegados de más de un centenar de países a partir del lunes para la XIV Cumbre de Países No Alineados (NOAL).
La avanzada de las delegaciones empezaron a arribar este sábado y estrictas medidas de seguridad rigen en el aeropuerto internacional José Martí, en las calles y en zonas hoteleras, principalmente en cinco municipios donde se concentrarán las actividades de la cita.
La presencia policial y los controles son mayores en el Palacio de Convenciones, sede de la Cumbre; en la Quinta Avenida, vía que conduce al complejo y donde están las embajadas; el aeropuerto internacional José Martí; y en la Plaza de la Revolución, corazón político de la isla.
Un comunicado del Comité Organizador de la Cumbre, publicado en la prensa local, precisó con detalles las limitaciones de circulación en esas áreas y la prohibición de actividades «que impliquen concentración y movimientos de grupos de personas».
«Se prohíbe el trasiego o manipulación de sustancias tóxicas, explosivas, inflamables u otras que resulten peligrosas, así como portar armas de fuego, blancas o similares», añadió la nota.
En vísperas de la Cumbre, Cuba intensificó una campaña contra el dengue, con fumigaciones aéreas y terrestres, en camiones y casa por casa, en la capital y otras ciudades, pues aunque las autoridades no confirman la existencia de un brote, alertaron que es «urgente» disminuir la infección del mosquito transmisor del mal.
La expectativa de la Cumbre está centrada en Fidel Castro, quien en un mensaje divulgado el martes pasado afirmó que se recupera a ritmo satisfactorio de una cirugía intestinal para recibir a «visitantes distinguidos», entre quienes podría estar el secretario general de la ONU, Kofi Annan, que estará en la cita.
A la Cumbre acudirán por América Latina los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela; Evo Morales, de Bolivia; Alfredo Palacio, de Ecuador; Martín Torrijos, de Panamá; y Leonel Fernández, de República Dominicana, así como vicepresidentes y cancilleres de otros países.
De Asia y Africa asistirán los presidentes Mahmud Ahmadinejad, de Irán; Bachar Al Assad, de Siria; Pervez Musharraf, de Pakistán; Thabo Mbeki, de Sudáfrica; Abdelaziz Buteflika, de Argelia; y el primer ministro Manmohan Singh, de India.
Egipto, uno de los fundadores del NOAL y sede de la próxima Cumbre en 2009 -cuando asumirá la presidencia-, estará representado por su canciller, Ahmad Abul Gheit, pues el presidente Hosni Mubarak no podrá asistir por «los acontecimientos acelerados y violentos en nuestra región», dijo este sábado su embajador en La Habana, Abdel Fattah Ezzeldin.
El lunes abrirá la cita de vicecancilleres y técnicos, que afinarán los documentos que verán el miércoles y jueves los cancilleres y que viernes y sábado avalarán los jefes de Estado o Gobierno.
La Cumbre analizará crisis internacionales y el incremento de la cooperación entre los 116 miembros del Movimiento. Según el proyecto de declaración, se tocará la situación de Medio Oriente, sobre todo de Líbano, además de las «amenazas de Washington a Irán y Venezuela y los planes norteamericanos» contra Cuba.
La mayoría de los dignatarios proseguirán su viaje a Nueva York para asistir a la asamblea general de la ONU, cuya sesión plenaria empieza el 19 de setiembre.
Paralelo a la cita de los NOAL se celebrará la I Cumbre de Países en Desarrollo sin Litoral y una reunión del Grupo de los 15 -que ya tiene 19 miembros- que analizará la lucha por un sistema de comercio mundial más justo.
Cuba deberá asumir la presidencia del NOAL por segunda vez -la primera fue hace 27 años- en sus 45 años de existencia.
Nacido como alternativa a la bipolaridad militar de Estados Unidos y la Unión Soviética, en plena Guerra Fría, el NOAL aspira a fortalecerse para enfrentar las políticas «hegemónicas», abogar por un comercio más justo en un mundo globalizado, así como problemas como las enfermedades y el analfabetismo.
