Cuba, Fidel y nosotros

Cuba, Fidel y nosotros

Quiérase o no, cualquier acontecimiento que ocurra en Cuba, por su cercanía, se reflejará en República Dominicana.

Con la isla antillana no solo compartimos posición geográfica, sino años de recíproca solidaridad y amistad.

Lazos históricos que se remontan a su Independencia y nexos culturales y deportivos que vienen desde los gobiernos balagueristas, han mantenido unidos a ambos pueblos por largos años.

Aunque las relaciones diplomáticas plenas entre los países se formalizaron hace poco más de una década, dominicanos y cubanos han dado muestras históricas de hermandad.

Por ello no han pasado desapercibidas aquí las declaraciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, en el sentido de que el ex comandante Fidel Castro no aparecerá más en público.

Como es de amplio conocimiento, el líder de la revolución cubana transfirió el poder a su hermano Raúl en julio del 2006, tras confirmarse su deteriorada su salud.

Es innegable el poder e influencia que ejerció  Fidel entre sus conciudadanos, por más de 45 años.

El octogenario político en retiro es responsable de los avances logrados por Cuba en materia educativa y sanitaria, aunque los signos del progreso no hayan llegado nunca a la isla.

Los cubanos, quiérase o no también, han dado un nunca oculto respaldo a “su revolución” y el sistema “funciona” con las cojeras propias de una plataforma ideológica desfasada, única en América.

Si la salud de Fidel se ha deteriorado, al sistema no le quedará más remedio que darlo a conocer, y no dejarlo todo a la especulación.  

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