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La Habana, (AFP).- El Gobierno de Cuba liberará el sábado a un preso político parapléjico en tanto traslada a otros seis a cárceles en provincias cerca de sus familas, como resultado de un inédito diálogo entre el presidente Raúl Castro y la Iglesia Católica.
El preso político Ariel Sigler Amaya, quien cumplía desde 2003 una condena de 20 años, recibió «licencia extrapenal» y será trasladado de un hospital de La Habana, donde permanecía internado desde agosto pasado, a su municipio en la provincia de Matanzas, informaron sus familares a la AFP.
La excarcelación de Sigler y la reubicación de los otros seis presos, anunciada la noche del viernes en un comunicado del Arzobispado de La Habana, fue informada por las autoridades al cardenal Jaime Ortega, quien intercedió por los presos cuando se reunió el 19 de mayo con Raúl Castro.
Sigler será el primer preso político liberado como fruto de ese encuentro, en tanto que con los seis traslados, suman 12 los reos llevados a cárceles ubicadas en sus sitios de residencia para facilitar las visitas de los familiares, tras la reubicación de los primeros seis el 1 de junio.
«Ariel está muy deteriorado, con peligro en su vida, es el preso más grave y por eso esperábamos esta decisión. Estamos contentos pero no felices porque tenemos a muchos que guardan injusta prisión», dijo vía telefónica a la AFP Francisco Sigler, hermano del excarcelado y quien hacia el mediodía de este sábado lo espera ansioso en su casa.
Con la liberación de Sigler, en silla de ruedas desde septiembre de 2008, quedan 52 opositores en prisión -incluido otro hermano, Guido Sigler-, de un grupo original de 75 arrestados en marzo de 2003.
«Estoy sorprendida. Pensé que mi marido iba a ser el último porque yo no me porto bien según las autoridades. Agradecemos a la Iglesia su mediación. Los traslados son buenos para los familiares, pero lo realmente importante son las liberaciones y esperamos más», dijo a AFP Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, esposas de los reos políticos.
Su esposo, Héctor Maceda, de 67 años y condenado a 20 años de prisión, fue movido de una cárcel de Matanzas a La Habana. Los otros reubicados son Adolfo Férnandez (de 61 años); Omar Hernández (62), Efrén Fernández (57), Jesús Mustafá (66) y Juan Carlos Herrera (44), todos con penas de entre 12 y 25 años de cárcel, y del grupo de los 75.
«El Gobierno sigue con su política de traslados y excarcelaciones a cuentagostas. Es positivo, pero no satisface las expectativas porque seguimos exigiendo la liberación inoncidicional de todos los prisioneros de conciencia», declaró a AFP el presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDHRN), Elizardo Sánchez.
La CCDHRN estima que en la isla hay unos 200 presos políticos, pero las autoridades no reconocen esa categoría y sostienen que esos prisioneros atentaron contra la seguridad del Estado.
El gobierno español se congratuló este sábado en un comunicado por las medidas en favor de presos políticos, al considerar que comenzó «un proceso positivo y esperanzador» en la isla comunista.
Las mejoras para los presos ocurren en momentos en que Cuba enfrenta críticas de Estados Unidos y la Unión Europea, tras la muerte del preso opositor Orlando Zapata el 23 de febrero -por una huelga de hambre de 85 días- y el ayuno que inició un día después el sicólogo Guillermo Fariñas en reclamo de la excarcelación de los presos enfermos.
Aunque la Iglesia Católica cubana señala que las medidas en favor de los presos son una gestión propia, preceden la visita a Cuba la semana próxima del canciller del Vaticano, Dominique Mamberti.
