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LA HABANA. AP. Aquejada por el fantasma de la deserción, la delegación cubana asistirá a los Juegos Olímpicos de Beijing con el expreso objetivo de mantenerse en la cima deportiva de Latinoamérica.
Todos ustedes saben lo que el pueblo de Cuba espera de ustedes, expresó el presidente cubano Raúl Castro cuando abanderó en junio al elenco de béisbol que participará en los Juegos Olímpicos.
La isla viajará a Beijing con una delegación de 149 a 153 deportistas que en 16 disciplinas competirán con «la convicción de quedar entre los 10 primeros países… y no estoy hablando de una quimera, ni pensando que nos van a caer del cielo. Son deportistas con marcas para lograrlo», aseguró José Ramón Fernández, presidente del Comité Olímpico Cubano.
Para Beijing la isla renovó varios de sus elencos después de las deserciones sufridas en los dos últimos años. El boxeo perdió a cinco titulares olímpicos y uno mundial, el judo y la lucha a un monarca del planeta.
Los gimnasios y demás instalaciones deportivas en la isla no son lujosas, algunas son rudimentarias, pero tienen lo indispensable. En ellas una imagen gigante de Ernesto «Che» Guevara parece velar por los atletas mientras «patriotismo y disciplina» es la consigna expresada por los directivos cubanos.
El reto mayor lo tiene el béisbol, el deporte nacional en la isla y el título que no puede faltar para el pueblo cubano, más aún en estos Juegos después que el COI decidió excluir la disciplina del programa de la cita de Londres en el 2012.
Antonio Pacheco, manager de la novena cubana afirmó que en Beijing «no tenemos otra opción que no sea ganar el título» y agregó que el equipo quiere demostrar que no fueron pírricas sus victorias en los Juegos Olímpicos de 1992, 1996 y 2004. Además, quieren borrar las derrotas sufridas frente a Estados Unidos, en el mundial de béisbol de 2007 y en el preolímpico de América un año antes.
Un especial desafío espera al boxeo, la nave insigne del deporte cubano que acumula 32 de las 65 medallas de oro ganadas por la isla en Juegos Olímpicos. Pero por primera vez en 40 años los cubanos no clasificaron en cada una de las once divisiones, sino que además los 10 hombres que subirán al cuadrilátero no asoman como grandes favoritos.
