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LA HABANA. AFP. El gobierno cubano ha importado este año una cifra similar de alimentos a la de 2011, por unos 1.700 millones de dólares, pese a las medidas puestas en marcha hace cuatro años para elevar la producción agrícola, informó este jueves un funcionario.
«La canasta de importación (de alimentos) se mantiene similar» a la de 2011, porque «los productos y los insumos agrícolas se han encarecido muchísimo», dijo Pedro Olivera, director general del Centro Nacional de la Tierra, del Ministerio de Agricultura cubano.
Olivera destacó que el gobierno de Raúl Castro ha entregado desde 2008 «más de 1,5 millones de hectáreas» de tierras estatales ociosas en usufructo a 176.000 campesinos privados y cooperativas, medida que ha tenido un «fuerte impacto» positivo en la producción de alimentos, aunque declinó dar cifras.
«Se trata de un movimiento organizado que se puede consolidar y el gobierno está apostando muchísimo por esto», pero «cuantitativamente no estamos en condiciones de hacer una evaluación», dijo el funcionario en conferencia de prensa.
Subrayó que su Centro dispone de otras «975.000 hectáreas de tierras ociosas» para entregar en usufructo a campesinos, aunque el 65% de ellas están infestadas fundamentalmente de marabú, un tipo de maleza con madera muy dura, lo que dificulta limpiar los terrenos.
La entrega de tierras en usufructo, que comenzó en 2008, es uno de los pilares de las reformas económicas de Raúl Castro, quien considera «estratégica» la producción de alimentos, pues Cuba importa el 80% de los alimentos que consume, lo que constituye una pesada carga para sus exiguas finanzas.
Las reformas también incluyeron, entre otras medidas para estimular la agricultura, el pago de mejores precios a los productores, la venta de aperos, la concesión de créditos blandos y la autorización para que los campesinos privados vendan directamente sus productos a hoteles y otras empresas del turismo.
La prensa oficial ha dicho que las medidas no han tenido los resultados esperados hasta ahora debido a trabas burocráticas y la falta de recursos para que los campesinos privados puedan hacer inversiones.
