LA HABANA (AFP).- El canciller cubano Felipe Pérez Roque afirmó que México «traicionó» los compromisos alcanzados con Cuba al votar este jueves a favor de una resolución contra la isla en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra y reabrió la «confrontación» entre ambos países.

«México ha roto los compromisos alcanzados en diferentes reuniones (de abstenerse con su voto en Ginebra), incluso a nivel de cancilleres», dijo Pérez Roque en La Habana, donde advirtió además que tal postura «reabre la confrontación» con el gobierno del presidente Vicente Fox.

Reveló que México «negoció» su voto contra Cuba a cambio del apoyo de Washington a su candidato para la secretaría de la Organización de Estados Americanos (OEA), el actual canciller Ernesto Derbez, quien pugna por ese puesto con el chileno Juan Miguel Insulza.

«México no tiene ninguna autoridad moral» para hablar sobre la situación de los derechos humanos en la isla, afirmó Pérez Roque, y aconsejó al gobierno de Fox de «ocuparse de las flagrantes violaciones de esas libertades que tienen lugar cada año en su frontera con Estados Unidos» con los migrantes mexicanos.

La Comisión de Derechos Humanos de la ONU adoptó este jueves una resolución presentada por Washington que pide mantener la vigilancia de las libertades fundamentales en Cuba, que resultó aprobada por 21 votos contra 17 y 15 abstenciones.

El texto pide prolongar el mandato de Cristine Chanet, la representante para la isla de la Alta Comisaria de Derechos Humanos de la ONU, para que elabore un informe sobre la situación de los derechos fundamentales en Cuba.

El gobierno del presidente Fidel Castro no acepta el mandato concedido a Chanet por considerarlo «selectivo y discriminatorio», además de ser una maniobra política de Washington para justificar «sus agresiones y bloqueo», señaló el canciller cubano.

«Al pueblo de México nuestro afecto, nuestro respeto, nuestro reconocimiento por su firme posición, pero sus sentimientos son traicionados, su cariño y su amistad hacia Cuba no son representados, se imponen otros intereses», señaló Pérez Roque.

Indicó que «una vez más el Gobierno mexicano ha optado por la confrontación con Cuba. Y una vez mas el Gobierno mexicano traiciona los fraternales sentimientos de su pueblo generoso hacia Cuba, sentimientos que han sido expresados en el Congreso», que solicitó no votar en contra de la isla.

El gobierno de México no permitirá ofensas de Cuba, sin bajar el nivel de la relación, declaró el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Luis Ernesto Derbez, poco antes de que La Habana acusara a este país de «traición».

Después de una crisis de casi dos años, Cuba y México iniciaron en julio del pasado año una recomposición de sus relaciones diplomáticas, que se encontraban en el punto más bajo de su historia centenaria.

A una visita de Derbez a Cuba en julio, siguió la restitución en sus plazas de sus respectivos embajadores, retirados dos meses antes por decisión unilateral del Gobierno de Vicente Fox, que había ordenado la expulsión del representante diplomático de La Habana en México, Jorge Bolaños.

Sin embargo, ese renovado impulso de acercamiento estaba contenido a la espera del voto mexicano en Ginebra, que se expresó este jueves contra la isla y relanzó la pugna retórica entre los gobiernos de ambos países.

«México no permitirá por supuesto ofensas, pero aclaraciones pertinentes tendrán que hacerse en el caso de que hubiesen declaraciones que no nos pareciesen adecuadas, pero lo haremos siempre de manera respetuosa», dijo el canciller mexicano.

«El gobierno mexicano de ninguna manera estará dispuesto a tener una situación en la cual nuestra relación con Cuba pudiera bajar a los niveles del año pasado. Estoy convencido que de parte del gobierno cubano tampoco se dará», dijo Derbez.