Cuba modera expectativas petroleras y busca reanimar pozos en explotación

Cuba modera expectativas petroleras y busca reanimar pozos en explotación

LA HABANA. AFP. Tres años después de que la plataforma Scarabeo 9 llegara a La Habana iniciando la euforia petrolera, Cuba bajó sus expectativas tras varias experiencias fallidas y ahora llama a los inversionistas a la perforación y recuperación de sus pozos.

El tema petrolero estuvo, al parecer, ausente de la recién concluida Feria Internacional de La Habana, dedicada a promover la inversión extranjera, pues no hubo anuncios oficiales, a pesar de que el Gobierno presentó una Carpeta de Oportunidades de Negocios.

Durante la feria, inversionistas manifestaron interés en turismo, industria o energía renovable, pero no así en petróleo: de los 246 proyectos de Carpeta, 86 correspondían a este rubro, el sector con mayor cantidad de propuestas seguido del turismo, con 56.

Se repitieron las ofertas de exploración en aguas profundas, en tierra y aguas someras, pero la novedad fue la recuperación secundaria de yacimientos en explotación.

Se trata de «incrementar el coeficiente de recuperación de las reservas de petróleo existentes en determinados yacimientos, que con los métodos convencionales de explotación no es posible», dijo la convocatoria.

La recuperación secundaria disminuye la viscosidad del crudo y la porosidad de las estructuras geológicas, haciendo más productivos los pozos.

La actual producción de Cuba es de 25 millones de barriles anuales de petróleo equivalente (petróleo y gas), lo que representa algo más del 40% del consumo. El resto se importa de Venezuela.

El crudo local es básicamente extrapesado y solo puede usarse en la generación eléctrica y la producción de cemento, lubricantes y asfalto.

La estatal Cubapetróleo (Cupet) sostiene que su principal meta es mantener los niveles productivos actuales, pero muchos de los pozos ya tienen varios años.

La oferta es la formación de una empresa mixta para «la recuperación secundaria», una apuesta de 142 millones de dólares por bloque, con un contrato por 30 años y cuya inversión se recupera en 2,1 años. Pero el negocio está calculado para un precio de 95 dólares el barril, más alto que el actual.

Desde febrero pasado, el académico Jorge Piñón, expresidente de Amoco OIl Latinoamerica, dijo a la AFP que Cuba debe aplicar ese método, con lo que «aumentaría (la producción) entre 20.000 y 25.000 diarios», cerca de un 50% de la actual.

Esta parece ser la alternativa más viable para la isla, tras varios intentos fallidos en aguas profundas del Golfo.

Desinterés en las aguas profundas. Varias son las razones del aparente desinterés actual de las grandes compañías mundiales de Europa, Asia y América Latina (las de Estados Unidos están impedidas por el embargo) en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Cuba en el Golfo de México, de 112 km2 y divida en 59 bloques, 52 de ellos disponibles a para la inversión.

«Desde julio de 2004, cuando (la española) Repsol perforó el primer pozo exploratorio (Yamagua) en aguas profundas cubanas, ha habido otros seis intentos fallidos», dijo esta semana a la AFP Piñón.

En ese decenio, compañías de España, Brasil, Noruega, Canadá, India, Malasia, Venezuela, Angola, Vietnam y Rusia contrataron bloques, de forma individual y colectiva, y Cuba pareció entrar en la era petrolera.

Tras el primer intento de Repsol (2004), en el cual encontró crudo no comercializable, se hicieron nuevos estudios con métodos más modernos y la mayoría de las compañías permanecieron en la isla, excepto Petrobras, que se retiró, y la canadiense Sherritt, que abandonó las aguas profundas para quedarse en tierra y en la explotación del gas.

Sin embargo, tras los fracasos con la Scarabeo, sólo quedan en aguas profundas la venezolana PDVSA (desde 2007), la angolana Sonangol (2010) y el dúo ruso Rosneft-Zarubezhneft, según el reporte oficial de la Carpeta.

Altos costos de exploración y bajos del petróleo. Piñón apunta otros dos factores del desinterés por los bloques de aguas profundas: los costos de los seis operadores que fracasaron, que según cálculos fueron de «575 millones de dólares», y los bajos precios actuales del petróleo en el mercado, entre 74 y 78 dólares el barril.

«Para (que) un proyecto en aguas profundas ser rentable se necesitan entre 90 y 100 dólares el barril», apunta, y añade que México, «con un gran potencial y reservas probadas, además de una infraestructura petrolera de muchos años de experiencia», es un competidor de Cuba en materia de atracción de capitales.

La Cartera consigna además que en aguas someras solo explora la rusa Zarubezhneft y se están ofertando ocho bloques, algunos de ellos en negociación. En tierra exploran Petrovietnam, Seherrit y Med Australia, y 25 bloques están en oferta.   

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