La Habana,  Cuba.-  Cuba pierde un 22% del agua potable distribuida a las viviendas a causa del deterioro de las redes domésticas, según datos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) divulgados ayer.

El mal estado de los herrajes hidrosanitarios y los derrames que se generan desde los tanques elevados y las cisternas son los principales causantes de las pérdidas del agua en el interior de las casas, indicó la presidenta del INRH, Inés María Chapman, en la última reunión del Consejo de Ministros cubano celebrada el pasado viernes y de la que se informó ayer.

El Ejecutivo cubano ha decidido impulsar la comercialización en el país de ese tipo de piezas “a precios que no tengan un carácter recaudatorio” y con subsidios en el caso de las personas insolventes.

También se acometerá un plan de inversión para la única empresa industrial que fabrica ese tipo de piezas en Cuba y que, con casi 30 años de explotación, presenta un “elevado deterioro y obsolescencia” hasta el punto de que su producción solo alcanza para satisfacer el 40% de la demanda nacional, por lo que  el resto se debe completar con importaciones.

Otro de los problemas que, según la autoridad hidráulica cubana, inciden en el derroche de agua son las “ilegalidades” e “indisciplinas” que se cometen en las redes conductoras de agua.

Entre esas infracciones señaló las acometidas irregulares en redes conductoras, la instalación ilegal de “impulsores” (conocidos  como “ladrones de agua”) o el “acaparamiento y venta ilícita” de herrajes hidrosanitarios y tubos.