LA HABANA (AFP).- El gobierno cubano reanudó este lunes los contactos diplomáticos con un grupo de países de la Unión Europea (UE), luego de que éstos desistieran de invitar a disidentes a recepciones oficiales en sus embajadas en La Habana, informó el canciller Felipe Pérez Roque. «Cuba ha tomado la decisión de restablecer el contacto oficial con los embajadores de Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Austria, Grecia, Portugal y Suecia», señaló Pérez Roque en conferencia de prensa.

Esas ocho naciones se suman a España, Bélgica y Hungría, con los cuales La Habana ya había reanudado plenamente sus relaciones en noviembre último.

El canciller dijo que la «normalización» diplomática con esos países se debía a la «decisión tomada» en Bruselas por un comité asesor de la UE, que dispuso no invitar más a «los mercenarios pagados y dirigidos por Estados Unidos», según sus propias palabras, a las recepciones de sus embajadas en Cuba.

El gobierno de Fidel Castro mantenía «congeladas» las relaciones con los diplomáticos de la UE en Cuba desde junio de 2003, cuando el bloque europeo adoptó sanciones en protesta por un masivo encarcelamiento de disidentes y el fusilamiento de tres secuestradores de una lancha, que intentaban emigrar ilegalmente.

Entre esas medidas figuraba que las embajadas en Cuba invitaran a las recepciones por sus fiestas nacionales a dirigentes de la ilegal oposición interna y a los familiares de presos políticos.

Desde ese momento, La Habana «congeló» las contactos con la UE y renunció a recibir ayuda europea en el terreno cultural y de cooperación científica.

Pero el jefe de la diplomacia cubana indicó este lunes que «además de reanudar los contactos oficiales, restablecemos los intercambios culturales y de alto nivel» con Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Austria, Grecia, Portugal, Suecia, España, Bélgica y Hungría.

Sin embargo, aún persisten diferencias con la política exterior de la UE, un bloque integrado por 25 naciones.

La regularización «no es con todos los países de la Unión Europea, es con un grupo», advirtió el ministro, quien rehusó explicar por qué se mantiene el «congelamiento» a 14 naciones del bloque.

«Hoy nos estaremos reuniendo con esos ocho embajadores para informarles que a partir de este momento hemos normalizado los contactos oficiales con ellos», concluyó Pérez Roque.

El acercamiento entre el régimen de Fidel Castro y la UE comenzó con la llegada al gobierno de España del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien propuso a sus socios comunitarios «revisar» las sanciones contra Cuba al considerarlas «improductivas» para lograr una apertura democrática en la isla.

La Habana respondió a su vez con «un gesto» hacia Madrid y liberó desde abril pasado a 14 disidentes presos.

El comité de asesores para América Latina de la UE (COLAT) aconsejó el 14 de diciembre en Bruselas a los cancilleres del bloque que restablecieran el diálogo con Cuba y no invitaran a los disidentes a sus embajadas, aunque sin renunciar a mantener diálogos informales con sus dirigentes.

El Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la UE tiene previsto analizar esta situación y pronunciarse al respecto el 30 de enero próximo.

El sorpresivo anuncio de Pérez Roque puso en una situación difícil a los 11 países cuyas relaciones con La Habana fueron «descongeladas», que tendrán que defender en Bruselas su posición dialoguista con el régimen de Castro ante una férrea oposición encabezada por Holanda, Polonia y República Checa, estimaron diplomáticos en La Habana.