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LA HABANA (AFP).- El canciller cubano Felipe Pérez Roque advirtió que la isla contratacará a Estados Unidos en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que sesiona en Ginebra, aunque no reveló los detalles de la «sorpresa» que su país reserva a Washington, indicaron este miércoles medios locales.
«Le tenemos preparada una sorpresa en la CDH y ellos se enterarán allí», cuando presenten (a finales de esta semana) un proyecto de resolución estadounidense contra la isla, dijo Pérez Roque citado por la agencia Prensa Latina.
Las declaraciones del canciller fueron realizadas al clausurar en La Habana un encuentro de la Sociedad Civil en defensa de la soberanía y los derechos humanos en Cuba, donde afirmó que la Comisión de la ONU con sede en Ginebra (Suiza) «tiene cada vez más descrédito».
Cuba hizo circular el pasado año en Ginebra una moción que pedía investigar la situación de los prisioneros que Estados Unidos matiene en la base de Guantánamo, a partir de numerosas denuncias de violaciones de los derechos humanos.
Después de algunas negociaciones, La Habana decidió no oficializar el texto.
La Declaración Final del encuentro celebrado por la Sociedad Civil en La Habana, la cual será divulgada esta semana en Ginebra, advirtió que «Estados Unidos está totalmente incapacitado para establecer criterios acerca de la validez de nuestra sociedad civil».
El texto agregó que «La verdadera sociedad civil cubana no es mercenaria ni actúa a sueldo de potencias extranjeras contra los intereses de su patria, no ha sido fabricada ni importada para ser cómplice de los que agreden a su pueblo».
La Declaración se referió así a los opositores que operan de forma ilegal en la isla y que preparan para el próximo 20 de mayo un congreso para la «Promoción de la Sociedad Civil en Cuba».
Esa reunión está promovida por la Asociación para la Promoción de la Sociedad Civil, que dirige la economista disidente Marta Beatriz Roque, y que asegura contar con el apoyo de 360 organizaciones opositoras.
Sin embargo, dos de los principales grupos de la disidencia interna: el Arco Progresista que dirige Manuel Costa Murúa, y el Movimiento Cristiano Liberación, que encabeza Oswaldó Payá, anunciaron que no participarán de los debates del congreso, lo que ha provocado fuertes contradicciones públicas y un sisma en la disidencia cubana.
